El mito del Minotauro
Según el mito, Minos solicitó al dios Poseidón que produjera
un milagro que lo ayudara a ganar el trono de Creta. Poseidón le concedió el pedido e hizo que
emergiera un fantástico toro blanco del mar,
Minos obtuvo el trono de Creta.
Originalmente, el nuevo rey había prometido sacrificar al toro en honor al dios
que lo había asistido, pero luego prefirió conservarlo para él y sacrificar a
otro esperando que el dios no notara la diferencia. Por supuesto, el engaño fue
descubierto, y Poseidón decidió castigar la ingratitud de Minos.
El dios hizo que la esposa de Minos, Pasifae, se enamorara del toro. Poseída por una pasión incontrolable, ella le ordenó al legendario ingeniero
Dédalo que construyera una especie de disfraz de vaca que le permitiera yacer con el animal. El resultado de esta unión antinatural fue el
nacimiento del Minotauro, un monstruo con cabeza de toro pero cuerpo humano.
Al
crecer, la creatura desarrolló un gusto por la carne humana, y Minos hizo que Dédalo
construyera un laberinto para confinarlo. El poderoso Minos exigía de Atenas que enviara siete muchachos
y siete doncellas como tributo. Los jóvenes debían ingresar al laberinto y,
perdidos en su interior, eran devorados por el Minotauro. Esto se repitió hasta
que el héroe Teseo fue uno de los enviados. Ariadna, la hija de Minos, se
enamoró de él y le facilitó una espada y un ovillo de lana. Con el arma mató
al Minotauro en el centro del laberinto, y con el ovillo encontró nuevamente
el camino para salir, pues había atado un extremo en la entrada.
Cnosos y sus monedas
En el mito, Minos gobierna Creta desde Cnosos. Detrás de la
leyenda se esconde probablemente un hecho histórico, ya que esa ciudad fue un
centro político de enorme importancia en la era minoica pero fue destruida
alrededor del año 1600 a.C. e inició un período de decadencia. En las eras arcaica
y clásica, Cnosos lentamente recuperó su importancia y se transformó en un próspero
centro de comercio. Fruto de este desarrollo, a finales del siglo V a.C.,
Cnosos acuñó sus primeras monedas de plata, tomando como símbolos al Minotauro
y al laberinto de la leyenda.
Con el paso del tiempo, el minotauro del anverso fue
remplazado primero por una figura femenina (¿Ariadna?) y luego por una
masculina (¿Minos?), pero el laberinto siguió ocupando la gran mayoría de los
reversos., en diseños cada vez más estilizados. Generalmente el laberinto es
cuadrado o rectangular, pero en alguna emisión tiene una forma circular o,
incluso, es parecido a una esvástica.
Por la fama de la leyenda del minotauro y su laberinto, las
monedas de Cnosos son muy deseadas por los coleccionistas y cuando están en
buen estado alcanzan fácilmente valores elevados, dependiendo de la rareza de
la emisión.
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