sábado, 2 de febrero de 2019

El mayor tesoro de monedas romanas de oro y plata descubierto en Gran Bretaña

tesoro de Hoxne
Monedas de oro y plata procedentes del tesoro de Hoxne

El mayor tesoro de monedas romanas de oro y plata de Gran Bretaña fue hallado noviembre de 1992 de forma fortuita por Peter Whatling y Eric Lawes cerca del pueblo de Hoxne (se pronuncia Hoxson) en el condado de Suffolk, en el este de Inglaterra. Por el sitio del hallazgo, se lo conoce como el “tesoro de Hoxne”. Es también el mayor conjunto de monedas de los siglo IV y V d.C. hallado en todo el territorio del imperio, por lo que es difícil exagerar su importancia.

El tesoro de Hoxne es hoy en día una de las tantas joyas de la enorme colección expuesta en el Museo británico. Está compuesto 14.865 monedas romanas de oro, plata y bronce de los siglos IV y V d.C. y aproximadamente 200 piezas de vajilla de plata y joyas (de hecho, su gran tamaño sólo permite exponer en el museo una selección de su contenido).

tesoro de Hoxne expuesto en el Museo Británico

El hallazgo y la composición del tesoro


El granjero Peter Whatling había perdido un martillo trabajando en el campo y buscó a Eric Lawles, un amigo que tenía un detector de metales, para que lo asistiera en la búsqueda. Lawles había recibido su detector como regalo de sus colegas al jubilarse de la compañía eléctrica local y se había aficionado a su uso. El 16 de noviembre de 1992, al recorrer la parcela con su detector, Lawles recibió señales muy fuertes que indicaban algo mucho más grande que un martillo. Al remover el suelo, encontró algunas monedas y otros pequeños objetos romanos. De inmediato, Lawles y Whatling dieron aviso a las autoridades. Él día siguiente, 17 de noviembre, se organizó a toda velocidad una excavación arqueológica de emergencia para evitar que el sitio del hallazgo fuera saqueado.

Los arqueólogos descubrieron un conjunto de objetos que había sido enterrado dentro de un gran cofre de madera y ordenado con cuidado. En total, se hallaron 569 monedas de oro (todas sólidos bajoimperiales), 14.272 monedas de plata (de las cuales 60 son miliarenses y 14.212 silicuas) y 24 monedas de bronce (nummi). Además de las monedas, el tesoro incluía 29 piezas de joyería en oro, y más de cien objetos de platería, incluyendo cucharas, cuencos y pimenteros (algunos de éstos son verdaderas obras maestras de la orfebrería romana). En conjunto, todos los objetos suman unos 3,5 kg. de oro y unos 23,75 de plata.


Análisis de objetos del tesoro de Hoxne

Las monedas de oro del tesoro fueron acuñadas entre los reinados de Valentiniano I (364-75) y Honorio (393-423), como podemos ver en la tabla debajo. Las monedas de plata proceden, por su parte, de los reinados entre Constantino II (337-40) y Honorio. El 80% de las mismas tiene sus bordes recortados, algo que es común en las acuñaciones de este metal del período. 

Las razones por las que los bordes eran recortados son debatidas por los especialistas, pero lo más probable es que fuera una forma de intentar ganar metal sin arruinar el valor nominal de la pieza. Por los cortes muchas de las monedas de plata carecen de sus leyendas, lo que imposibilita una datación precisa.

Reinado
Cantidad de monedas de oro en el tesoro
Valentiniano I. (364–375)
5
Graciano (367–383)
12
Valentiniano II. (375–392)
69
Teodosio I. (379–395)
20
Magno Máximo(383–388)
1
Eugenio (392–394)
1
Arcadio (383–408)
149
Honorio (393–423)
312

Datación y contexto histórico


Las monedas más tardías del tesoro datan del año 407 d.C., lo que proporciona la fecha más temprana posible para el tesoro (lo que se conoce como el Terminus post quem). Esa fecha coincide con una época muy turbulenta en la Britania romana y en todo el Imperio de Occidente.

Sólido del emperador Honorio del tesoro de Hoxne


Entre los años 401-403 los godos invadieron Italia y sólo pudieron ser derrotados con grandes esfuerzos (en el año 410 incluso lograron tomar y saquear Roma). Para defender a Italia, el emperador Honorio ordenó el traslado hasta allí  de unidades del ejército estacionadas en Britania. Además, en el invierno de los años 406-407, varias tribus germánicas cruzaron el Rin e invadieron la Galia. Como resultado, el sistema de defensa de la frontera romana colapsó y más tropas tuvieron que ser retiradas apresuradamente de Britania para tratar de contener esta nueva amenaza.
 
mapa de la Britania posromana
Mapa de la Britania posromana
La retirada de la mayor parte de sus fuerzas militares dejó a Britania en una situación caótica, sin un poder efectivo que pudiera garantizar la continuidad del orden romano en la región. Las unidades que quedaban en la isla iniciaron una serie de rebeliones proclamando a diversos usurpadores, el más importante de los cuales se hizo llamar Constantino III.

Para hacer valer su derecho al trono imperial romano y defender la frontera del Rin, Constantino III transfirió la mayor parte de las tropas que todavía quedaban en Britania a la Galia en el año 407, con la consecuencia de que la defensa de la frontera norte de la isla en el “Muro de Adriano” contra pictos y escoceses dejó prácticamente de funcionar.

Estos pueblos, enemigos tradicionales de los romanos, aprovecharon el vacío de poder para incursiones prolongadas de saqueo que sembraron el caos por todas partes. Por si esto fuera poco, se sumaron los ataques de piratas sajones en las costas, ahora también desguarnecidas. El orden romano colapsó prácticamente en toda las isla. 

Las décadas siguientes son unas de las más oscuras de la historia de Inglaterra, porque se carece prácticamente de fuentes de información para saber qué acontecía. Es posible que un noble celta-romano, llamado Vortigern, haya establecido un régimen con cierta continuidad de las tradiciones romanas. Pero el vacío de poder atrajo hacia la isla a contingentes de las tribus germánicas de los anglos, sajones y frisones. Una supuesta victoria de los sajones alrededor de mediados del siglo V eliminó los últimos restos de la dominación romana tardía y los habitantes celtas fueron empujados cada vez más a la periferia occidental por los invasores germánicos.

Es en este contexto histórico de caos en el que se enterró el tesoro de Hoxne. La desintegración del orden romano significaba que la elite de la provincia ya no podía estar segura de sus privilegios y posesiones. El tesoro representa, con toda seguridad, un esfuerzo desesperado por esconder una riqueza que sus propietarios ya no estaban en condiciones de defender.

Valuación y adquisición por el Museo Británico

 
pimentero procedente del tesoro de Hoxne
Elaborado pimentero procedente del tesoro de Hoxne

Según la ley inglesa vigente al momento del descubrimiento, el hallazgo de un tesoro de este tipo debía quedar en propiedad de la corona. Sin embargo, era costumbre establecida que el descubridor fuera recompensado con un monto equivalente al valor de mercado del tesoro, proporcionado por la venta del mismo a la institución que deseara adquirirlo. 

El tesoro de Hoxne fue valuado en 1,75 millones de libras esterlinas y ese monto fue pagado a Lawles, quien lo compartió con Whatling. El conjunto fue adquirido por el Museo Británico.

Tres años más tarde, en parte como consecuencia del impacto del hallazgo de Hoxne, el parlamento inglés promulgó una disposición (la Treausre Act) modificando las reglas para el reparto de tesoros. La nueva norma estipula que el descubridor, el inquilino y el propietario del terreno donde se hizo el hallazgo reparten los beneficios. El valor del tesoro es fijado por un comité de expertos y las instituciones públicas tienen prioridad para su compra.

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