Tetradracma celta tipo Kroisbach, anverso |
Las
monedas celtas de Europa oriental se encuentran entre las más fascinantes y
enigmáticas acuñaciones de la Edad de Hierro tardía. Un tipo especialmente
llamativo, por su estilo, es el de los tetradracmas conocidos como “jinete
títere” (puppetrider, Reiterstumpf) por su particular reverso, o también como “tipo
Kroisbach”. Esta última designación proviene del nombre del sitio del hallazgo
del primer conjunto significativo de estas monedas a principios del siglo XX, Kroisbach,
hoy Fertőrákos en el condado Győr-Moson-Sopron, en Hungría.
La
datación de estas monedas no es sencilla, pero parece que habrían sido
producidas en el siglo II a.C., como imitaciones de los tetradracmas del rey de
Macedonia Filipo II. Con el tiempo el retrato de Filipo fue remplazado por la
cabeza de un guerrero celta.
Tetradracma celta tipo Kroisbach, reverso |
En
el anverso de estas monedas encontramos una enorme cabeza masculina que ocupa
todo el campo, adornada con una triple diadema de perlas. Los rasgos se
encuentran representados de forma esquemática. Los ojos son desproporcionadamente
grandes y miran hacia el cielo, la nariz es torcida y las mejillas, muy exageradas,
mientras que la oreja es pequeña.
Tetradracma de Filipo II, modelo de las tetradracmas celta tipo Kroisbach |
El
reverso muestra un jinete a caballo, pero de forma impresionista sólo está
representada la parte superior de su cuerpo y con mucho menos detalle que el
caballo, que ocupa la mayor parte del campo y suele llevar debajo un monograma
o un triskel.
Son
muy buscadas por los coleccionistas y, dependiendo del estado de conservación,
alcanzan fácilmente valores de algunos miles de euros.
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