Demareción - Decadracma (AR 43,3 gr. 36mm)
Hace un par de meses os presenté aquí una entrada con la historia de
esta exquisita moneda, el demareción, el primer decadracma griego. Hoy vuelvo a
ocuparme de ella para tratar un tema que entonces había dejado de lado, el del
artista responsable de grabar sus cuños. Si bien no sabemos absolutamente nada
de él, los numismáticos han podido inferir algunos detalles de la vida de este
genio anónimo del arte helenístico. El ejemplar que encabeza esta entrada
formaba parte de la colección Próspero y fue subastado por 250.000 dólares.
El Demareción deriva su nombre de
la reina Demarete, esposa de Gelón,
tirano de Siracusa entre el 487 y el 478 a.C. Si bien la conexión tradicional
con esta figura histórica ha sido cuestionada por los estudiosos (que proponen
el año 465 a.C. para la emisión de esta pieza), la moneda ha conservado su
nombre. El artista responsable de producir los cuños es, por lo tanto, conocido
simplemente como el “maestro del Demareción”. El nivel artístico de esta moneda
es tan superior a la norma común en la época de su acuñación, que el grabador
tiene que haber sido un artista genial verdaderamente adelantado a su tiempo.
Su estilo preanuncia lo que será el exquisito refinamiento del período clásico,
por lo que los estudiosos consideran que es probable que el maestro se hubiera
formado en Atenas, la ciudad en la que las nuevas tendencias artísticas se
encontraban más desarrolladas.
Tetradracma - Leontino (AR 17.48 g)
La misma maestría y estilo del
Demareción se reconoce en una serie de tetradracmas contemporáneos de otra
ciudad griega de Sicilia, Leontinos. La similitud artística es especialmente
notable en el tratamiento distintivo de los ojos y la boca en los retratos de
Aretusa y Apolo, como podéis ver en la imagen sobre este párrafo. El parentesco
estilístico es tan cercano que no caben dudas de que los cuños utilizados
fueron también obra del maestro del Demareción.
El Maestro del Demareción fue el
primero de una serie de distinguidos grabadores activos en Sicilia que llevaron
al arte numismático griego de la estricta formalidad de la época arcaica a la expresividad
y belleza de la época clásica. De algunos de ellos conocemos sus nombres porque
firmaron sus cuños: Evainetos y Cimón. Sus monedas se ubican sin duda entre las más bellas jamás acuñadas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario