Decadracma de Siracusa por Evaineto
Nelson Bunker Hunt, un
multimillonario tejano del petróleo, fue uno de los coleccionistas de monedas y
arte antiguos más importantes de la historia. Falleció el 21 de octubre de 2014 en Dallas, EE. UU. a los 88 años.
En los años 70 del siglo pasado,
Hunt llegó a reunir una de las colecciones de monedas antiguas más
espectaculares jamás vistas, invirtiendo cifras siderales para asegurarse la posesión
de los mejores ejemplares, que se transformaban en verdaderos trofeos
numismáticos en sus manos. Tras arruinarse en una gigantesca maniobra
especulativa a fines de la década del 80, su enorme colección fue dispersada en
dos míticas subastas de Sotheby’s en los años 1990 y 1991, que batieron todos
los records conocidos. Hoy en día, el nombre Hunt en el pedigrí de una moneda
es garantía absoluta de que se trata de una de las piezas más exquisitas y
valiosas conocidas.
En esta entrada os presento la
increíble historia del ascenso y la caída de este “súper” coleccionista,
acompañando el relato con las imágenes de algunos de los enormes tesoros de su
colección.
Un multimillonario tejano
Nelson Bunker Hunt nació en el
año 1926, en Arkansas, Estados Unidos. Su familia era una de las más ricas del
país, pues su padre, H. L. Hunt, era el fundador y propietario de Hunt Oil, una
de las empresas petroleras más grandes del mundo. Hunt padre había sido hijo de
un modesto granjero e hizo la primera base de su fortuna jugando al póker. Los
capitales reunidos de esta forma le permitieron lanzarse en el mundo del
petróleo, en el que amasaría una inmensa fortuna.
Nelson se formaría bajo la sombra
de su padre, quien llegaría a ser una verdadera leyenda en EE.UU., pero la
relación entre ellos nunca sería buena. Nelson heredaría de él, sin embargo, su
mentalidad ultraconservadora, una ambición sin límites y una predisposición a
quebrar las reglas si ello reportaba beneficios.
Un inversor - coleccionista
En los años 50, Hunt adquirió derechos
de explotación de vastos territorios en Libia en una apuesta arriesgada pero
que resultó ser un gran éxito. Nelson se volvería inmensamente rico al lograr
iniciar la producción en los pozos petroleros descubiertos bajo su dirección en
ese país de África y para principios de la década del 70 era considerado el
hombre más rico del mundo con una fortuna de unos 16.000 millones de dólares. Sin
embargo, cuando Muammar Gaddafi nacionalizó la industria petrolera libia, Hunt
sufrió grandes pérdidas.
Tras su decepción con el petróleo
libio, Hunt buscó nuevos destinos para su riqueza. A partir de ese momento, Nelson
comenzó, junto con su hermano Herbert, a amasar una gran colección de monedas
griegas y romanas invirtiendo enormes sumas en la compra de los ejemplares más
importantes y codiciados del mundo numismático. Hunt también conformó una gran
colección de vasos griegos y escultura clásica, y hasta de caballos de pura
sangre, de los que llegó a poseer más de 1.000.
Pero el interés de Hunt en la numismática y el arte antiguos
era el del inversionista antes que el del académico, y sus enormes recursos le
permitían adquirir las piezas más valiosas sin tener que temer la competencia
de otros compradores. Las imágenes que acompañan esta entrada son sólo una
pequeña muestra de los incontables tesoros de su colección.
Un enorme plan especulativo
Desde principios de los 70, Nelson Bunker Hunt y su hermano
Herbert habían invertido enormes sumas en la compra de plata. Ambos eran
cristianos evangélicos convencidos y creían que el apocalipsis se aproximaba y
que, en consecuencia, el papel moneda perdería su valor.
Hacia fines de la década desarrollaron un increíble plan
para manipular el mercado mundial de ese metal y multiplicar enormemente su
fortuna. Para ello establecieron un acuerdo secreto con la familia real de
Arabia Saudita y comenzaron a adquirir enormes cantidades de plata física y de
contratos a futuro a través de una red de sociedades fantasma. Hacia principios
del año 1980, llegarían a controlar más de un tercio de la plata física del
mundo (excluyendo aquella en los fondos de reservas de algunos países). Como
resultado de su operatoria especulativa, el precio de la plata subiría en menos
de un año de 6 a 48 dólares la onza! Un aumento del 700%
Estater de oro - Cirenaica
El fracaso y la dispersión de su colección
Ante las quejas de las industrias y otros sectores afectados
por esta maniobra especulativa, la bolsa mercantil de Nueva York cambió sus
reglas para impedir el plan de los Hunt. El precio de la plata se desplomó y
los hermanos, que habían pedido prestadas grandes sumas para poder ampliar sus
compras, sufrieron pérdidas estimadas en un billón de dólares. Varios de los
bancos que los habían financiado se encontraron en riesgo de quebrar y tuvo que
intervenir la reserva federal de EE.UU. para evitar el estallido de una crisis
financiera.
Medallón de Plata - Adriano
Tras años de demandas y procesos judiciales, finalmente, en
el año 1988, los hermanos Hunt fueron condenados por su intento de manipular el
mercado de plata y debieron solicitar la bancarrota. Por orden judicial, su
enorme colección de monedas y antigüedades fue vendida por Sotheby’s en una
serie de subastas en el año 1990 que batirían todos los récords de recaudación,
reuniendo unos 30 millones de dólares.
A fin de cuentas, sus monedas resultarían una mejor
inversión que su desastroso intento especulativo en el mercado de la plata,
pero no tanto como sus caballos, que fueron subastados por 47 millones. Hunt
conservó una fortuna considerable hasta el final.
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