viernes, 23 de agosto de 2019

El emperador romano triunfando sobre los bárbaros, un medallón de Constante


El hijo menor de Constantino


Constante era el hijo menor de Constantino I el Grande. Tenía tan sólo 10 años cuando su padre le otorgó el rango de César y 14 cuando, por la muerte de aquel en el 337 d.C., junto con sus hermanos mayores Constantino II y Constancio II, asumió el título de Augusto.

Los tres hermanos dividieron el imperio entre ellos. Constante recibió Italia, el norte de África y los Balcanes. Constantino II consideraba que por ser el mayor debía controlar también los territorios de Constante, por lo que invadió el norte de Italia en el año 340, pero fue derrotado y asesinado en Aquileya. Esto fue un golpe de suerte para Constante, ya que ahora tenía el control sobre toda la parte occidental del Imperio Romano. Diez años más tarde sería él mismo asesinado por un usurpador, Magnencio.

Un emperador triunfante


Alentados probablemente por la discordia entre Constantino II y Constante, los francos se decidieron en el año 341 a invadir el territorio romano. Confiaban en encontrar poca resistencia, pero, para su sorpresa, Constante ya había logrado afianzar su control sobre todos los territorios de Occidente y pudo enfrentar a la invasión con la totalidad de las fuerzas militares a su disposición. Consiguió así una victoria decisiva en el año 342 que obligó a los francos a retirarse. Sus graves pérdidas los forzarían a permanecer tranquilos por algunos años.



Es probablemente esta victoria de Constante sobre los francos la que se celebra en el fantástico medallón cuya imagen acompaña esta entrada. Es un múltiplo de 9 sólidos, que seguramente fue acuñado en una serie reducida para ser entregado como obsequio imperial a altos oficiales y funcionarios. Contaba con un pequeño bucle por el que pasaba un cordel que permitía usarlo como un colgante. El valor material de estos medallones era muy alto, pero todavía más importante era su valor simbólico. Era una señal de cercanía al emperador que sus poseedores gustaban exhibir.

El anverso


En el anverso vemos una magnífica representación de Constante. La leyenda "FL(avius) IVL(ius) CONSTANS PIVS FELIX AVG(ustus)" permite identificar al emperador, ya que el estilo del retrato es completamente genérico y no permitiría distinguirlo de sus hermanos.

Detalle de la mano derecha de Constante en el anverso
Sobre su cabeza, el emperador luce una magnífica diadema con una joya de grandes dimensiones en la frente y otras más pequeñas en los costados, que se alternan con pares de hojas de laurel. Lleva una coraza y el manto militar conocido como paludamentum, que lo identifica como comandante, sujeto al hombro con un gran broche.

El busto incluye los brazos del emperador, un rasgo que se utiliza sólo ocasionalmente en los retratos monetarios del período. La mano derecha se encuentra al frente en un gesto de saludo y la izquierda sostiene un globo terráqueo sobre el que se encuentra una victoria alada con sus atributos típicos, una rama de palma y una corona de laurel.

El reverso


El emperador es también el motivo central de la imagen del reverso. En este caso, lo vemos como comandante en acción, justo en el momento simbólico del sometimiento de los enemigos.

El emperador se encuentra de pie en una pose que indica movimiento. Su vestimenta militar es complementada con un escudo y lanza en la mano izquierda, mientras que con la derecha sujeta a un prisionero encadenado detrás de él. El escudo redondo ricamente ornamentado tiene un detalle interesante, la cabeza de león que sobresale.
Detalle de la cabeza de león en el escudo del emperador

La barba y la ropa del cautivo lo identifican como un bárbaro. Lleva una falda corta, una capa y unos pantalones aún más cortos. Tiene las manos atadas a la espalda. Una mujer se arrodilla ante el emperador, lo mira y le suplica con los brazos en alto. Para resaltar la importancia de la figura imperial, los cautivos están representados en una escala mucho menor que la de Constante.

La diosa alada Victoria vuela sobre la escena y corona al emperador victorioso con una guirnalda. La leyenda "VICTORIA AVGVSTI NOSTRI" (La victoria de nuestro Augusto) refuerza el mensaje.

En el exergo, las letras "AQ" indican que la pieza fue acuñada en la ceca de la ciudad de Aquileya. Un carcaj, un casco, una coraza y una lanza acompañan a las letras.

Este exquisito medallón es una obra maestra del arte monetario del Bajo Imperio Romano. Sólo se conocen dos ejemplares. Las imágenes provienen del mejor de ambos, que se encuentra expuesto en el Bode Museum, en Berlín.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario