martes, 23 de octubre de 2012

El reino de Palmira y sus acuñaciones. 260-272 d.C. 2° parte


Zenobia según Herbert Schmalz

Continúo con la segunda y última parte de la entrada sobre las monedas del reino de Palmira. Si todavía no lo habéis hecho, no dejéis de leer la primera parte.

El contrataque de Aureliano


Como vimos en la primera parte, hacia el año 270 d.C. el reino de Palmira dirigido por la ambiciosa Zenobia había llegado a controlar prácticamente todo el Oriente romano y planteaba un serio desafío al poder del emperador Aureliano.

Las campañas contra los germanos en torno al Danubio, en Panonia y en Italia mantuvieron ocupado a Aureliano en los años 270/1. Una vez restablecida la seguridad de Italia e inauguradas las nuevas murallas defensivas de Roma, dirigió su ejército hacia el este, cruzando de Bizancio a Bitinia y marchando hacia Siria. Al mismo tiempo, envió a un subordinado, posiblemente el futuro emperador Probo, para recuperar Egipto.

Tras algunas victorias contra contingentes menores, Aureliano encontró finalmente a Zenobia que avanzaba a la cabeza de un gran ejército en las cercanías de Antioquía. La ligera caballería romana se enfrentaba a la palmirena que era completamente acorazada según el modelo habitual persa. Aureliano ordenó a sus fuerzas fingir una retirada hasta que el peso y el calor agotaran al enemigo para luego contratacar. El plan funcionó a la perfección y Aureliano obtuvo una resonante victoria.

Los palmirenos no cesaron la resistencia, pero una a una las ciudades de Siria fueron cayendo en manos de Aureliano. Tras una nueva victoria de sus fuerzas frente a la ciudad de Emessa, Aureliano tomó esta ciudad y se apodero del tesoro de Zenobia que contenía ingentes riquezas.

Antoniniano de Zenobia - 272 d.C.

Las acuñaciones palmirenas tardías


En 272, ante el avance de Aureliano, desaparece el tono conciliatorio de las monedas palmirenas. Vabalato asume el título de Augusto y su retrato y el de Zenobia son los únicos representados. Vabalato lleva la corona radiada del emperador y la titulatura IM(perator) C(aesar) VHABALATHVS AVG(ustus) en los antoninianos, y con diadema y la titulatura griega equivalente en las tetradracmas producidas en Alejandría. Zenobia es designada en sus monedas emperatriz -AVG (usta) y SEB(aste)-. Los tetradracmas de Alejandría conservan el estándar de la ceca, pero los antoninianos del 272 muestran importantes variaciones en la calidad de los cospeles y en la leyenda respecto de los del año anterior, lo que indica que fueron acuñados en una ceca móvil tras la pérdida de Antioquía a manos de Aureliano.

 Antoniniano de Vabalato - 272 d.C.

El retrato de Zenobia es bastante convencional siguiendo los estándares de las monedas imperiales de la época. En el reverso de sus monedas encontramos a Juno Regina (un ejemplo ilustrado más arriba). En los reversos de las monedas de Vabalato encontramos, a su vez, a Hércules (un ejemplo en la imagen sobre este párrafo), Victoria y Virtus.

El final


Las tropas de Aureliano entraron finalmente en Palmira y pusieron fin a la guerra. Zenobia fue capturada y exhibida en el fenomenal desfile triunfal que Aureliano organizó en Roma el año siguiente. Sobre Vabalato no sabemos nada, pero es probable que falleciera poco después de la derrota. Los asesores y funcionarios de Zenobia fueron en su gran mayoría ejecutados. Ella, en cambio, vivió para beneficiarse de la clemencia de Aureliano y, tras casarse con un aristócrata romano, acabó sus días en el lujo de una espléndida villa en Tíbur.

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