Denario de L. Emilio Buca. 44 a.C. Crawford 480/1 AR 3,90gr. |
El año 44 a.C. y los denarios de L. Emilio Buca
El año 44 a.C. no fue un año
cualquiera en la historia de Roma. Desde su triunfo en la guerra civil contra
Pompeyo, Julio César ejercía un control indiscutido de la república romana como
dictador, pero a comienzos de ese año había recibido el título todavía más
destacado de dictador perpetuo (dictator
perpetuo rei publicae constituendae). Poco después, en los idos de
marzo, fue asesinado por una conjuración de jóvenes aristócratas que lo veían
como un tirano y deseaban restaurar la república.
El 44 a.C. también fue un año decisivo en la
historia de las monedas romanas. Uno de los funcionarios encargado de las
acuñaciones de la ceca de Roma, Lucio Emilio Buca, emitió una extensa serie de
denarios con diversos motivos entre los que incluyó anversos representando el
rostro de César acompañado de una leyenda que había referencia a su condición
de dictador perpetuo. Se trataba dela primera vez que un ciudadano aparecía en
vida en una moneda romana, un honor cuyo único antecedente era el de los
monarcas helenísticos, Alejandro Magno y sus sucesores.
Reverso con la escena tradicionalmente interpretada como el "sueño de Sila" |
Además de los denarios representando a César,
Buca hizo acuñar otro que ha atraído la atención de los estudiosos de la
numismática desde el Renacimiento.
El anverso muestra la cabeza de Venus,
mientras que el reverso representa a un hombre recostado, apoyando la cabeza
hacia atrás en su mano izquierda. El tronco de su cuerpo está desnudo, mientras
que un manto está envuelto alrededor de sus piernas. Desde la derecha, Selene,
identificada por una media luna en su cabeza, desciende hacia él. Con su mano
derecha extiende una antorcha, mientras que su mano izquierda y su pie derecho
descansan sobre una roca. Entre el hombre y la diosa, en el fondo de la escena,
se encuentra una figura femenina alada, que portan un objeto que pareciera ser
una rama de palma o un bastón.
La interpretación tradicional
El numismático francés Andreas Morell
(1646-1703) en su Specimen Universae Rei Nummariae Antiquae fue el
primero en proponer una interpretación de esta escena de reverso que haría
famosa a la moneda. Se basó en un pasaje de la vida de Lucio Cornelio Sila
escrita por Plutarco. Según este autor, “Sila tuvo el siguiente sueño antes de
atacar a Sulpicio y Mario en Roma: la diosa que los romanos habían aprendido a
adorar de los Capadocios, ya sea Selene, Atenea o Enyo, se apareció a Sila
mientras dormía. Ella le entregó un rayo y nombrando a sus enemigos uno por
uno, ella le ordenó que los golpeara. Cuando lo hizo, todos sus enemigos
cayeron y desaparecieron. Sila fue alentado por este sueño; y después de
contárselo a sus seguidores al amanecer, marchó sobre Roma”.
Morell identificó el reverso de este denario
como una representación del sueño de Sila, quien sería la figura humana
recostada visitada por la diosa Luna o Selene. Su interpretación sería adoptada
por el gran numismático Joseph Hilarius Eckhel y su autoridad le concedería la aceptación
general de la que goza hasta hoy.
Una interpretación alternativa – el mito de Endimión
El gran numismático francés Ernest
Babelon rechazó la interpretación de Morell y Eckhel, viendo en la escena una
representación del mito griego del pastor Endimión. Según la leyenda, la diosa
Selene se enamoró de este hermoso joven pastor y obtuvo de Zeus la concesión de
que éste se mantuviera siempre joven durmiendo para poder visitarlo todas las
noches.
El mito de Endimión |
Esta interpretación me
parece más convincente que la tradicional, pues parece difícil pensar que uno
de los monetales designados por César hubiera acuñado un tipo homenajeando al
optimate Sila, quien adhería a una posición política radicalmente opuesta.
Por otra parte, parece difícil
pensar que los contemporáneos hubieran estado tan familiarizados con la
anécdota personal de la vida de Sila que nosotros conocemos sólo por fuentes
escasas y muy posteriores. Por el contrario, el mito de Endimión, como la
mayoría de las leyendas griegas eran muy conocidas por el pueblo romano, que
las veía representadas con frecuencia en el teatro y el arte. Es un mito que
aparece representado con frecuencia en contextos funerarios como alusión a una
vida eterna concedida por los dioses. Por ello creo lo más probable que el tipo
fuera elegido por Emilio Buca como un homenaje al asesinado César.
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