domingo, 13 de octubre de 2019

Las monedas de Mitrídates, uno de los más temibles enemigos de Roma

Tetradracma de Mitrídates VI, rey del Ponto, acuñado en Pérgamo, 74 a.C., plata 16,87 gr.


Esta entrada continua la historia monetaria del Reino del Ponto y se ocupa del último y más importante de sus reyes, Mitrídates VI el grande, conocido por haber sido uno de los más acérrimos y decididos enemigos de Roma en el siglo I a.C.

Busto de Mitrídates VI

Un difícil comienzo de reinado


Mitrídates V falleció asesinado alrededor del año 120 a.C. por personas de su entorno íntimo. Su hijo Mitrídates VI fue coronado rey siendo todavía un niño pero pasó sus primeros años de reinado escondido en aldeas campesinas porque su madre, que ejercía como regente, quería aparentemente eliminarlo. 

Cuando Mitrídates alcanzó la mayoría de edad, regresó a la capital y apartó a su madre y hermanos del poder. Según algunas versiones, los hizo ejecutar.

Al hacerse con el control del gobierno, Mitrídates se rodeó de consejeros griegos y reemprendió las políticas expansionistas de su padre. Su pretensión de extender sus dominios en dirección a Asia Menor lo colocó en un curso de colisión con los romanos.

El conflicto con Roma por el control de Asia Menor


Mitrídates se valió de la impopularidad que generaban los elevados tributos exigidos por Roma para presentarse como un liberador de los griegos de la opresión extranjera. 

Peleó tres guerras contra los romanos y al comienzo de la primera dio pruebas de que estaba dispuesto a todo, ordenando la matanza de los residentes itálicos en Asia con sus familias, unas 80.000 personas. 

Estatera de oro de Mitrídates VI - acuñado en Tomis c. 88-86 a.C. con retrato de Alejandro Magno divinizado en el anverso y Atenea Nicéfora en el reverso


Su poderoso ejército y su habilidad táctica y estratégica harían de Mitrídates un rival formidable para los romanos, que lograron vencerlo definitivamente sólo tras cruentos años de lucha en la tercera guerra mitridática, con el comando del brillante general Pompeyo Magno.

La muerte de Mitrídates


Las fuentes antiguas coinciden en asignar a Mitrídates facultades extraordinarias. Por un lado, se afirma que poseía una memoria prodigiosa y que era un políglota capaz de expresarse a la perfección en decenas de lenguas diferentes. Por otra parte, la tradición le asigna haber sido un avezado investigador botánico, cuyos conocimientos le habrían permitido desarrollar un antídoto universal eficaz contra múltiples venenos. Había adquirido, además inmunidad contra muchos venenos al someterse durante años a la ingesta de dosis pequeñas.

Cuando los romanos lo derrotaron finalmente en el 66 a.C., Mitrídates huyo hacia la región de Crimea para formar un nuevo ejército, pero no tendría éxito este plan. Cuando sus opciones se acabaron, para evitar ser expuesto por los romanos en un desfile triunfal, intentó suicidarse, pero el veneno que ingirió no surtió, por su inmunidad, ningún efecto. Por ello tuvo que pedirle a uno de sus guardaespaldas que le quitara la vida.

Los romanos aprendieron la lección. No deseaban tener que volver enfrentarse a un rival tan poderoso como Mitrídates, por lo que disolvieron su reino e incorporaron sus territorios como provincias al cada vez más extenso imperio controlado por la república.

Estatera de oro de Mitridates VI, ceca de Pérgamo 74 a.C., 8,38 gr.

Un nuevo estilo de representación del rey en sus monedas


Al llegar al poder, Mitrídates VI rompió con varias de las tradiciones de sus antepasados y adoptó un estilo de presentación decididamente helénico, que sería la base para poder presentarse como el liberador de los griegos frente a la opresión romana.
 
Anverso de una estatera de Mitrídates VI acuñada en Pérgamo en la que se aprecia el estilo clásico de su retrato
El nuevo estilo se reconoce en sus estatuas y en los retratos de sus monedas. En estas últimas se lo presenta con un aspecto que se asemeja al de Alejandro Magno, con una larga cabellera y un perfil juvenil en el estilo clásico utilizado por la gran mayoría de los monarcas helenísticos. Mitrídates deseaba presentarse como un nuevo Alejandro listo para defender a los griegos frente a sus enemigos, sólo que esta vez esos enemigos no eran los persas, sino los romanos.

En lo que se refiere a los tipos de reverso, introdujo también un diseño nuevo que sería el más común durante su reinado, que muestra un animal pastando (en ocasiones se trata del caballo alado pegaso, de una cierva, etc.) junto con una estrella y una media luna. La escena es habitualmente rodeada por una corona de hojas de laurel y frutos.

Otras innovaciones monetarias


Mitrídates VI acuñó muchas más monedas que sus predecesores, un hecho que probablemente refleja la mayor actividad militar de su reinado y los enormes gastos que ella trajo aparejados. Además, a medida que, producto de las conquistas, se incorporaban territorios al reino, muchas de las ciudades que contaban con cecas comenzaron a acuñar monedas en el estilo del reino del Ponto.

Moneda de oricalo de la ciudad de Amisos en tiempos de Mitrídates VI. Busto de Dioniso en el anverso y cista mística en el reverso


Los gastos parecen haber superado los recursos de los que la corona disponía para acuñar en oro y plata, y ello dio origen a una importante innovación monetaria, la introducción de monedas de oricalco (es decir, la aleación de cobre, plomo y zinc). Se trata, sobre todo, de acuñaciones de las ciudades del reino.

El uso de estos metales alternativos permitió contar con más recursos para expandir la oferta monetaria y financiar los gastos militares. Además, todo parece indicar que estas monedas circularon con un valor superior al de su contenido metálico, lo que las hacía su emisión rentable.

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