Reverso de estatera de oro del faraón Nectanebo II |
La moneda en la economía egipcia
El antiguo Egipto tuvo una economía muy desarrollada basada
en la singular productividad agrícola del valle del Nilo. Sin embargo, a pesar
de la gran complejidad y riqueza de sus sistemas de intercambio, la ausencia de
evidencia al respecto parece indicar que no se desarrolló una moneda metálica estandarizada
producida por el Estado, sino sólo diversas unidades de cuenta que permitían la
comparación entre el valor de los bienes a cambiar.
Se conocen algunos ejemplos de piezas de plata con un sello
estampado (de las que ya he tratado en este blog) pero su rareza hace pensar
que no fueron objetos demasiado comunes.
La introducción de monedas griegas en Egipto
Las monedas aparecen en Egipto muy tarde, durante el período
Saíta (653-525 a.C.), como consecuencia de los contactos cada vez más intensos
que se establecen entonces con las póleis griegas (que llevaron al
establecimiento del emporio comercial griego de Náucratis en el delta del Nilo)
y, también, del papel de gran relevancia que los mercenarios griegos
desempeñaron en el ejército egipcio en este período.
Imitación egipcia de tetradracma ateniense |
Sin embargo, las primeras monedas fueron acuñadas en Egipto a
finales del primer período de dominación persa o tras la exitosa revuelta
egipcia contra este dominio extranjero en el 404 a.C. Estas primeras monedas egipcias
fueron, sin embargo, sólo simples imitaciones de tetradracmas atenienses. Los
cuños para producir estas imitaciones se han encontrado en varios lugares de
Egipto, lo que sugiere una producción descentralizada.
Estas monedas egipcias de estilo griego habrían sido
presumiblemente utilizadas ante todo para el pago a los cada vez más
imprescindibles mercenarios griegos.
Las primeras monedas verdaderamente egipcias
A mediados del siglo IV A.C., el faraón Teos (362-360 a.C.)
acuñó una moneda de oro de diseño ateniense pero en el estándar persa marcada
con la leyenda griega ΤΑΩ. Pero fue su sucesor, el faraón Nectanebo II (360-343
a.C.) quien probablemente produjo una serie de monedas de oro en el estándar
persa con el texto jeroglífico nb nfr, que podemos traducir como “oro fino” u “oro
de buena calidad”.
Esta pieza es desde todo punto de vista excepcional y de la
mayor importancia histórica, porque representa la primera acuñación que por sus
símbolos refleja un contenido propiamente egipcio.
La moneda de oro de Nectanebo pesa arpoximadamente unos 8,4
gramos y presenta en el anverso la imagen de un caballo. El reverso lleva, a su
vez, como ya mencionamos, dos jeroglíficos: un collar con seis cuentas (nub =
oro) y un corazón y una tráquea (nefer = bueno).
Se conocen hoy en día muy pocos ejemplares de esta
excepcional moneda. El ejemplar cuya imagen encabeza esta entrada está entre
los mejor conservados que se conocen. Fue subastado en 2009 por 120.000 dólares.
Cabeza de Nectanebo II |
El último faraón
Nectanebo II sería el último faraón verdaderamente egipcio,
porque los persas bajo el liderazgo de Artajerjes III lograrían en el 343 a.C.
reconquistar Egipto y poner fin, tras sesenta años, a su último período
independiente. El nuevo dominio persa también sería breve, porque Alejandro
arrebataría Egipto a los persas en el 332 a.C., siendo recibido por los nativos
como un liberador.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario