Esta fantástica pequeña moneda arcaica de electrón (la
aleación natural de la plata y el oro) fue acuñada en la ciudad griega de
Mitilene entre finales del siglo VI y principios del V a.C.
La ciudad de Mitilene había sido fundada en el siglo XI
a.C., originalmente en una isla independiente vecina de la más grande isla de
Lesbos, pero el estrecho que la separaba se llenó de sedimentos y Mitilene pasó
a formar parte de la isla mayor. La ciudad fue muy próspera en el período
arcaico, tanto en el plano económico –gracias a su excelente puerto- como en el
cultural, siendo la cuna, por ejemplo, de los célebres poetas Safo y Alceo.
Desde mediados del siglo VI a.C, Mitilene acuñó una gran cantidad de monedas de
electrón con atractivos diseños.
La moneda cuya imagen encabeza esta entrada es una hekte (ἕκτη),
es decir una unidad que representa la sexta parte de una estatera. Pesa poco
más de 2 gramos y medio y tiene un diámetro de unos 10 milímetros.
En el anverso podemos ver la cabeza de un carnero mirando a
la derecha con un gallo debajo que avanza en el sentido contrario, picoteando
el suelo. El motivo del reverso es incuso y representa la cabeza de un toro que
mira hacia la izquierda.
En las monedas arcaicas de electrón de Mitilene predominan
los motivos animales, con relieve en el anverso e incusos en el reverso. . El
segundo ejemplar ilustrado más abajo presenta un león en el anverso y una vaca
en el reverso. El arte de los cuños es siempre muy logrado y esto hace a estas
monedas muy buscadas por los coleccionistas.
No parece haber relaciones claras entre los diseños de las
distintas caras y el significado general de los motivos no queda claro. A
mediados del siglo V a.C., sin embargo, los motivos cambian y las
representaciones de dioses, especialmente de Apolo, serán el tema dominante,
desplazando a los animales.
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