Denario de P. Satrieno - Crawford 388
Tras la muerte de Sila en el 78 a.C., la república romana funcionaría por un par de décadas dentro del marco de la constitución oligárquica definida durante su dictadura. Los vencedores de la guerra civil contra los partidarios de Mario lograrían defender sus conquistas durante ese período, pero las tensiones crecerían en forma constante haciendo claro el carácter inevitable de nuevos conflictos violentos. Sila había actuado bajo la premisa de que la desaparición de los líderes y miembros destacados de la facción vencida, unida a la concentración del poder en algunas pocas familias tradicionales de la nobilitas bastaría para asegurar la pervivencia del sistema por él diseñado, pero se trataba de un evidente engaño. Roma vivió, sin embargo, por un tiempo en esta ficción, mientras las presiones que llevarían a un nuevo estallido se acumulaban. El paulatino ascenso de Pompeyo como nuevo gran comandante durante de la década del 70 a.C. señaló las dificultades para integrar el creciente poderío de los líderes militares en la reformada constitución oligárquica e inició el camino que culminaría en una nueva serie de guerras civiles.
Denario de Manius Aquilius - Crawford 401
Las monedas de estas dos décadas nos presentan un claro reflejo de esa situación política. Durante la dictadura de Sila y en el par de décadas de funcionamiento del sistema político por él diseñado, los tipos aristocráticos iniciarían su último período de esplendor, para comenzar posteriormente, a desaparecer de forma paulatina a medida que el conflicto entre César y Pompeyo, y luego la dictadura del primero significaran un control político más centralizado de las acuñaciones. También hacen su reaparición, en este contexto, algunos ejemplares que recuperan los motivos públicos del siglo II a.C., especialmente el busto de Roma. Un ejemplo especialmente interesante es el denario de P. Satrieno, (Crawford 388), que presenta en su anverso a Roma y en el reverso a la loba capitolina.
Denario de M. Volteyo - Crawford 385/1
La mayoría de los funcionarios responsables elegirán, sin embargo, representar en las monedas motivos que hacen referencia a su linaje. Un ejemplo elocuente es el denario de Manius Aquillius (Crawford 401), con el busto de virtus en el anverso y la imagen de su abuelo, el cónsul del año 101 a.C. en el reverso, exaltando su papel como responsable de haber acabado con la revuelta de esclavos de Sicilia. Los monetales que procedían de familias nuevas y poco distinguidas optaban, lógicamente, por ilustrar promesas de futuras larguezas o celebraciones en caso de ser electos (véase por ejemplo la serie de denarios acuñada por M. Volteyo que alude a los distintos festivales públicos y el comentario de Crawford 385). Más allá de la interpretación política que pueda hacerse de las monedas de este período, es importante mencionar que las acuñaciones de estos años se destacarán por un gran nivel
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