viernes, 25 de febrero de 2011

César Dictador – El desarrollo de un lenguaje imperial (Curso: Las monedas como fuentes para la historia de Roma 16° parte)

áureo de Julio César
  Crawford 456/1a áureo con símbolos del pontífice en el anverso y del augur en el reverso (funciones sacerdotales desempeñadas por César). Ceca militar con el ejército de César en Oriente – 48 a.C.

Tras su victoria en Farsalia sobre Pompeyo, César adquirió un poder prácticamente absoluto que significaba el fin de la antigua república romana. Si bien la lucha contra los partidarios de su rival se extendería por algunos años por campos de batalla en Oriente, África y España, todas las funciones del Estado y todas las magistraturas pasaron a estar desde ese momento bajo su indisputado control personal. La fuerte tradición antimonárquica romana no le permitía, sin embargo, asumir el título que correspondía a ese poder personal, es decir, el de rey. César adoptó, en consecuencia, un título previsto en la tradición republicana para designar un poder absoluto pero limitado temporalmente para períodos de emergencia, el de dictador, que pronto sería transformado en el de dictador perpetuo. César utilizó ese poder para introducir una serie de ambiciosas reformas que afectaban todas las esferas de la vida, desde la ley hasta el calendario.

denario de Julio César
Crawford 458/1 Denario con busto de Venus en el anverso y Eneas en el reverso (alusión a la mítica descendencia de César de estas figuras) – 47-46 a.C.

César pretendía alterar la tradición política de Roma para incluir en ella su poder personal como base de la organización del Estado. Para ello era necesario desarrollar un nuevo lenguaje político que hiciera aceptable esta novedad. Una de las plataformas en que ese lenguaje se presentó al público fue la moneda. La concentración del poder en manos de César fue aquí claramente visible. Los funcionarios encargados de la acuñación dejaron de colocar motivos propios. Sólo César podía ser honrado en las monedas. César reformó, de hecho, el colegio de los monetales elevando su número a cuatro por razones que no están del todo claras, pero que, en mi opinión, tienen que ver con las necesidades burocráticas de los grandes volúmenes de monedas que comenzaron a emitirse en esos años.

áureo con victoria de Julio César
Crawford 475 áureo con victoria – Roma 45 a.C.

Los enormes botines obtenidos en las campañas de las guerras civiles le permitieron a Cesar acuñar monedas en cantidades hasta entonces desconocidas. Una novedad particularmente importante fue el uso sistemático del áureo, un política que prefigura a la de Augusto.

Julio César Denario - Anverso con busto de César y reverso con venus
Crawford 480/3 – Denario - Anverso con busto de César y reverso con venus – Roma 44 a.C.
De la enorme cantidad de acuñaciones cesarianas puedo ilustrar esta entrada con sólo un par de ejemplos que considero especialmente representativos del creciente protagonismo de las alusiones a César en las mismas, culminando con el denario del año 44 a.C. que presenta su busto en el anverso. El lugar que tradicionalmente había sido ocupado por los dioses y héroes del pasado era reclamado ahora para sí por un contemporáneo. Se trataba de una evidente imitación de la práctica común entre los monarcas helenísticos. César marcaba así el camino que sería seguido por Augusto y consagraba a la moneda como medio de exaltación de la figura imperial.

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