Siglo IIId.C. - Moneda de Endubis - medio áureo, 2,70g.
Continuando con mi objetivo de
este año para el blog de profundizar en la numismática de pueblos y períodos a
los que hasta ahora no he dedicado prácticamente ninguna atención, quiero
comenzar hoy a publicar una serie de entradas en las que me propongo analizar
en detalle la producción numismática de una cultura casi olvidada del mundo
antiguo: el reino de Aksum.
Aksum no es, por supuesto, un
reino verdaderamente olvidado -existen numerosos especialistas en el mundo que
se dedican al estudio de su historia y de sus monedas-, pero con esta expresión
quiero señalar que es una cultura relativamente desconocida para el público en
general, incluso para el que se interesa por la historia y la numismática
antiguas. Si lo comparamos con la amplia popularidad que tienen la historia de
griegos y romanos, o, incluso, la de persas y otras culturas orientales, Aksum
es un verdadero fantasma. Por ello, en esta primera entrada de la serie, antes
de comenzar con el análisis propiamente dicho de sus monedas, mi objetivo es presentar
brevemente su historia, es decir, el contexto de su producción numismática.
Un poco de historia – Ascenso y caída del reino de Aksum
El Reino de Axum o Aksum fue un
importante estado que controló el noreste de África por un período de más de
600 años entre aproximadamente el 100 y el 700 d.C. Por su ubicación en las
costas del Mar Rojo, a mitad de camino entre Oriente y Occidente, Aksum contaba
con una posición privilegiada para cumplir una función de intermediación en el
comercio entre el Mediterráneo y la India, y ello le garantizó una economía
próspera durante gran parte de su larga historia. Sus principales exportaciones
eran marfil, carey, oro y esmeraldas, y también se beneficiaba de la venta de
seda y especias traídas del sur de Asia. Contaba, además, con una agricultura
altamente productiva gracias a la fertilidad de sus suelos y al eficiente uso
de canales de riego.
Aksum no sólo fue una potencia
comercial, sino que también experimentó un intenso florecimiento cultural.
Desarrolló su propio sistema de escritura, con un alfabeto para expresar su
lengua, el ge'ez, hoy desaparecida, que formaba parte de la familia semítica.
Tuvo también un arte y una arquitectura originales y fue capaz de producir
manifestaciones tan espectaculares como el fantástico obelisco cuya imagen
encabeza este párrafo. Durante el siglo IV, los reyes de Aksum se convertirían
al cristianismo, dando origen a una iglesia cuya tradición continúa todavía hoy
en Etiopía.
En su apogeo entre los siglos III
y VI, el imperio de Aksum llegó a abarcar la mayor parte de la actual Eritrea,
Etiopía del norte, Yemen, el sur de Arabia Saudita y el norte de Sudán. Su
capital, también llamada Aksum, cuyas imponentes ruinas todavía pueden
observarse hoy en el norte de Etiopía, se convirtió en una verdadera metrópolis
cosmopolita, enriquecida por el comercio. A partir del reinado de Endubis
(aprox. 270-300 d.C.), Aksum acuñó sus propias monedas, siendo el primer estado
del África subsahariana de la historia en hacerlo.
Claramente, las primeras monedas se mostraron
exitosas, porque lejos de ser un experimento aislado, dieron origen a una nueva
tradición numismática que perduraría por más de 300 años. Su éxito es una
prueba de la madurez de la economía de Aksum y de la capacidad del aparato administrativo
construido por sus gobernantes, capaz de obtener los recursos fiscales
necesarios para acuñarlas y de garantizar un estándar de calidad y de valor
para las mismas. Las influencias extranjeras en el diseño y las leyendas son
evidentes, sobre todo en las piezas en las que se utiliza el griego como
idioma. Sin embargo, las monedas aksumitas constituyen una tradición
numismática muy original, con un lenguaje estilístico propio, como puede
reconocerse a simple vista en las imágenes que acompañan esta entrada.
Aksum mantuvo su prosperidad y
poderío hasta que en el siglo VII una serie de factores contribuyeran a su
decadencia. En primer lugar, el surgimiento del Islam en ese siglo alteró el
panorama político de la región, dejando aislado al reino de Aksum. El avance
musulmán significó la pérdida paulatina de sus territorios más importantes y el
fin de su comercio internacional y prosperidad económica. Es en ese momento que
Aksum deja de acuñar monedas. En los siglos siguientes, el reino se
desintegraría paulatinamente en diversos territorios. En el interior de
Etiopía, sin embargo, su cultura permaneció vigente hasta la época moderna.
Continúa leyenda la segunda y tercera parte
Continúa leyenda la segunda y tercera parte
Genial, Darío. Nunca había escuchado sobre Aksum. Muchas gracias por este aporte!
ResponderBorrarFernando
Hola Fernando! Gracias por tu comentario. ¡Qué bueno saber que mi entrada te ha aportado algo nuevo! En la última entrada de la serie voy a presentar una pequeña lista de bibliografía para todos los que quieran aprender más sobre Aksum, su historia y sus monedas.
ResponderBorrarMuy interesante. Al igual que Fernando, nunca había escuchado sobre el Reino de Aksum.
ResponderBorrarSaludos Dario!