viernes, 14 de junio de 2013

La reforma del sistema monetario durante el principado de Augusto – primera parte

Áureo de Augusto - RIC 206 - Lyon circa 2 a.C. - 4 d.C.

El principado de Augusto es un período fundamental de la historia de Roma en el que se definen las características de un régimen político, social y cultural que tendrán continuidad hasta el siglo III d.C. También en el plano monetario, la política de Augusto dará origen al sistema que se conservará durante todo el Alto Imperio. En una serie de tres entradas analizaremos los cambios más importantes introducidos en este período.

Como soberano único del mundo romano, Augusto tuvo que hacer frente a numerosos problemas, especialmente a la pesada herencia de décadas de guerra civil. Eran necesarias enormes cantidades de monedas de oro y plata para la paga militar y tierras para asentar a los numerosos veteranos cuyos servicios se habían vuelto superfluos en la era de paz que comenzaba. A todo ello se sumaba la escasez ya crónica de monedas de bronce de baja denominación para los intercambios cotidianos y la salida de funcionamiento de la ceca de Roma desde hacía más de una década.

Al principio de su reinado, Augusto acuñó áureos y denarios en una escala nunca antes alcanzada. El ingente botín de las campañas en Sicilia, Grecia y Egipto fue transformado en moneda para financiar construcciones, ceremonias y, sobre todo, para hacer frente a la paga y licenciamiento del enorme ejército de las guerras civiles. Los 120.000 soldados que marcharon en su triunfo recibieron 120 áureos (3.000 denarios) cada uno. El volumen de producción fue disminuyendo gradualmente en los años siguientes y se mantuvo en niveles bastante bajos por el resto de su largo reinado. Ello se explica, en primer lugar, porque la importante reducción en el número de tropas disminuyó considerablemente los gastos (el ejército insumirá durante el principado 2/3 del presupuesto total). En segundo lugar, porque los gigantescos volúmenes de acuñación durante las décadas de las guerras civiles garantizaban una alta disponibilidad de monedas de oro y plata en todas las regiones del Imperio.
Denario de Augusto - RIC 299 -Monetalis P. Petronius Turpilianus - Roma circa 19 - 8 a.C.

Durante el período del triunvirato, Augusto había acuñado moneda en numerosas cecas provinciales y militares, de acuerdo, principalmente, con las necesidades de cada momento. Esa situación no se modificó significativamente tras el triunfo en la batalla de Accio. Las importantes emisiones de los años siguientes para pagar a los soldados fueron llevadas a cabo en una ceca no identificada en Italia, probablemente en Brundusium. Sin embargo, la pretendida restauración de la república hacía necesario un cambio y en una fecha indeterminada, probablemente alrededor del año 23 a.C., la ceca de Roma reanudó sus actividades tras dos décadas sin producción. Este hecho coincidió con una reorganización del sistema monetario heredado de la república que pretendía, sin alterar sus fundamentos, resolver algunos de los problemas que regularmente habían afectado su funcionamiento.

El áureo se siguió acuñando según el estándar cesariano de 1/40 de la libra romana (unos 8 gr.) con un peso muy regular y una elevada pureza. También se respetó el estándar republicano del denario de 1/84 de la libra romana y se mejoró su calidad, pasando su contenido de plata de un 92 a un 98%. La innovación más significativa fue la acuñación de quinarios de oro y plata, aunque la misma fue sólo esporádica y de volumen relativamente pequeño. 

Sestercio de Augusto - RIC 329 - Monetalis T. Quinctius Crispinus Sulpicianus - Roma 18 a.C.

La reforma fue más profunda en el plano de las denominaciones subsidiarias, que volvieron a acuñarse regularmente para paliar el problema que su escasez representaba para los intercambios cotidianos. El sestercio, que no se emitía desde hacía mucho tiempo, pasó ahora a ser acuñado de oricalco (la aleación de cobre y zinc), convirtiéndose en la principal moneda de metal bajo. La misma aleación se utilizó para los dupondios, mientras que las fracciones más pequeñas, el semis y quadrante fueron producidas en cobre. De esta forma, se volvió a contar, tras muchas décadas, con un amplio espectro de denominaciones diferentes adecuadas a las distintas funciones de la moneda, desde el atesoramiento y los grandes pagos, a la compra de artículos y servicios básicos. Podemos ver la estructura de denominaciones en la siguiente tabla:


El sistema monetario romano tras la reforma de Augusto

áureo
quinario de oro
denario
quinario de plata
sestercio
dupondio
as
semis
quadrante
áureo
1
2
25
50
100
200
400
800
1600
quinario de oro
1/2
1
12  1/2
25
50
100
200
400
800
denario
1/25
2/25
1
2
4
8
16
32
64
quinario de plata
1/50
1/25
1/2
1
2
4
8
16
32
sestercio
1/100
1/50
1/4
1/2
1
2
4
8
16
dupondio
1/200
1/100
1/8
1/4
1/2
1
2
4
8
as
1/400
1/200
1/16
1/8
1/4
1/2
1
2
4
semis
1/800
1/400
1/32
1/16
1/8
1/4
1/2
1
2
quadrante
1/1600
1/800
1/64
1/32
1/16
1/8
1/4
1/2
1

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