Áureo de Severina- Ticino 275 d.C. anverso: SEVERI – NA AVG
busto drapeado y con diadema. Reverso:PRO – VIDEND – EOR Sol y Fides.
Uno de los hechos más enigmáticos y menos conocidos de la historia de Roma es el denominado
“interregno” del año 275, en el que, supuestamente, el imperio, tras el
asesinato de Aureliano, careció de gobernante por algunos meses. La veracidad
de este evento ha sido tradicionalmente cuestionada pero la evidencia
numismática indica que la tradición tiene un núcleo importante de verdad.
El asesinato de Aureliano
A pesar de sus grandes éxitos
militares, el emperador Aureliano fue asesinado por oficiales de su propio
entorno en el verano del año 275. Las fuentes antiguas adjudican el hecho a las
maquinaciones de un secretario, quien, queriendo evitar el castigo de Aureliano
por una falta, habría falsificado una orden condenando a muerte a muchos
oficiales y logrado de esta manera moverlos a que lo asesinaran. Lo cierto es
que la muerte del soberano no parece haber sido el fruto de un complot
organizado, pues al asesinato no le siguió la proclamación de un nuevo soberano.
Antoniniano Roma, 275 d.C. Anverso: SEVERI NAAUG busto drapeado y con diadema.
Reverso: CONCORDIAAVGG Severina y Aureliano estrechando la mano
Ulpia Severina ¿Regente del imperio?
El gran prestigio de Aureliano
entre las tropas fue, sin duda, un factor determinante para que ningún general
quisiera aprovechar el vacío de poder existente tras su confusa muerte, pues
eso habría generado sospechas de complicidad con los asesinos. Aureliano no
tenía, por otra parte, descendientes masculinos directos o parientes cercanos
que hubieran podido representar una continuidad dinástica pues de su matrimonio
con Severina solo había nacido una hija.
La vacancia del trono así generada era
una situación anómala y sin precedentes en la historia del imperio. Las fuentes
latinas, como Eutropio, Aurelio Víctor y la Historia Augusta, incluyen, tras la
muerte de Aureliano, un interregno de ocho meses en los que el ejército y el
senado, con muestras de gran moderación, habrían insistido reiteradamente en
que la elección del sucesor debía quedar respectivamente en manos del otro. El
bloqueo político habría culminado con la elección por parte del senado, de
entre sus filas, del anciano Tácito para vestir la púrpura. Este episodio, sin
embargo, es omitido por las, más tardías, fuentes griegas.
Los investigadores modernos han
cuestionado la veracidad de esta versión de los acontecimientos adjudicándola a
la tendencia prosenatorial de la tradición historiográfica latina y a su deseo
de magnificar el papel político del senado romano. La evidencia numismática,
sin embargo, ha revelado un posible núcleo de verdad de esta historia. Para
esta época ya se había consolidado la práctica de que, cuando una ceca acuñaba
monedas con retratos de más de uno de los miembros de la familia imperial, cada
una de las oficinas de la ceca se dedicaba exclusivamente a la acuñación en
nombre de uno de los personajes representados. El hecho de que tras el final
del reinado de Aureliano monedas a nombre de su esposa Severina fueron acuñadas
en todas las cecas y oficinas del imperio indica la existencia de un período
entre la muerte de su esposo y la asunción del nuevo emperador Tácito en el que
éstas se acuñaron sólo con su retrato.
Reverso: CONCORDIAEMILITVM Concordia sosteniendo estandartes
Ulpia Severina había ocupado, ya
en vida de Aureliano, un papel muy importante en las representaciones
monetarias, habiéndose acuñado series con el retrato de ambos esposos y otras sólo
con el de la emperatriz. Por otra parte, Severina contaba con el título de
Augusta desde finales del reinado de Aureliano. Sin embargo, lo que ocurre tras
el asesinato del emperador es excepcional, la emperatriz viuda pasa a desempeñar
en la tipología monetaria prácticamente un papel que podríamos denominar como
de regente, es decir, que era la persona que encarnaba el poder del estado.
La novedad del papel de Severina
puede ilustrarse con una comparación de la tipología de sus monedas con las de
la emperatriz Salonina, consorte de Galieno. Mientras que los reversos de esta última
se centran en tipos ligados a la continuidad dinástica (por ej. FECUNDITAS AUG,
VENVS GENETRIX, etc.), esos temas se encuentran completamente ausentes en las
acuñaciones a nombre de Severina, en la que predominan los temas militares,
generalmente asociados con figuras masculinas de la familia imperial. Se trata
concretamente de los reversos Concordia Militum y Fides Militum. Estos reversos
hacen pensar que Severina pagó un donativo a las tropas, una medida clave para
mantener la lealtad del ejército y dificultar que algunos altos oficiales se
vieran tentados de aprovechar el vacío de poder existente. Junto
con los de tema militar encontramos otros que la exaltan como gobernante, tales
como PROVIDENTIA DEORUM o VENUS FELIX
Denario Roma 275 d.C. Anverso: SEVERI NAAUG busto drapeado y con diadema.
Reverso: VENVS FELIX Venus.
Los investigadores modernos
coinciden en que el “interregno” de Severina no se habría extendido por más de
dos meses. Su figura sirvió para garantizar una cierta apariencia de
continuidad mientras los altos oficiales y funcionarios llegaban a un acuerdo
sobre el nuevo ocupante del trono. De la misma manera, el tiempo transcurrido
entre la conspiración contra Aureliano y la designación de un sucesor permitió
a éste asumir la púrpura sin ninguna sospecha de complicidad con los asesinos.
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