Áureo de Alejandro Severo con representación del Coliseo en su reverso - 222 - 223 d.C. |
El coliseo fuera de servicio
Si hay un edificio que en el imaginario moderno simboliza la grandeza del Imperio Romano, sin duda, este es el coliseo. Por ello su imagen es uno de los motivos más buscados en todo tipo de souvenirs por los turistas que visitan la ciudad eterna.
El coliseo ya tenía una importancia semejante es sus años de gloria, cuando era la pieza central del sistema de entretenimiento de la población de Roma. Por eso, cuando en el año 217 d.C., durante el breve reinado de un emperador llamado Macrino, el edificio fue golpeado por un rayo y sufrió un incendio que lo dejó fuera de servicio, la situación podía desencadenar una crisis política.
Los trabajos de reconstrucción fueron iniciados durante el reinado de Heliogábalo (el sucesor de Macrino) pero fue sólo en el de Alejandro Severo (para los años 222-223 d.C.) que los mismos habían avanzado lo suficiente como para que el edificio volviera a utilizarse para entretener a los habitantes de la capital.
Una serie de monedas conmemorando la reapertura
La reapertura del Coliseo era un logro del
que cualquier emperador podía presumir. Con fines propagandísticos se acuñó entonces una serie de monedas representando
al coliseo en funcionamiento.
Debe haber sido una emisión pequeña, sólo destinada a los habitantes de Roma, pues muy pocos ejemplares han llegado hasta nosotros. Sólo se conocen dos áureos y unos pocos sestercios, que algunos autores consideran más propiamente como medallones por su rareza.
Sestercio o Medallón de Alejandro Severo con representación del Coliseo en su reverso - 222 - 223 d.C. |
Debe haber sido una emisión pequeña, sólo destinada a los habitantes de Roma, pues muy pocos ejemplares han llegado hasta nosotros. Sólo se conocen dos áureos y unos pocos sestercios, que algunos autores consideran más propiamente como medallones por su rareza.
En ambos tipos de acuñaciones vemos al coliseo representado con gran lujo de detalle.
En el áureo los tres primeros pisos tienen arcadas con estatuas. El cuarto tiene sólo ventanas y de él se elevan los soportes de los toldos que protegían a los espectadores del sol. A la izquierda se ve también un altar con una estatua, y a la derecha una columna, que representa quizás el templo de Júpiter Víctor.
En el áureo los tres primeros pisos tienen arcadas con estatuas. El cuarto tiene sólo ventanas y de él se elevan los soportes de los toldos que protegían a los espectadores del sol. A la izquierda se ve también un altar con una estatua, y a la derecha una columna, que representa quizás el templo de Júpiter Víctor.
En los medallones, la representación tiene algunas pequeñas
diferencias. No hay estatuas en las arcadas inferiores del coliseo. A la
izquierda del coliseo puede verse, además, a la meta sudans, y al emperador
realizando un sacrificio, motivos que no aparecen en los áureos, mientras que a
la derecha se reconoce otro edificio además del templo de Júpiter Víctor.
Por su gran rareza e interés, estás monedas alcanzan valores
muy elevados cada vez que una de ellas llega a subasta, lo que no sucede con
frecuencia.
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