sábado, 4 de marzo de 2017

Las monedas del último republicano: Quinto Labieno




Las monedas de Quinto Atio Labieno se encuentran entre las más raras del período que siguió a la muerte de César. Son especialmente interesantes pues nos acercan a la historia de una lucha desesperada. El plan de los asesinos de César de restablecer la república se reveló pronto imposible. Tras la muerte de Bruto y Casio en la batalla de Filipos en el año 42 a.C., no existían fuerzas importantes capaces de amenazar seriamente el poder de los cesarianos. Algunos opositores mantuvieron, sin embargo, todavía por varios años una enconada lucha contra los herederos de César en nombre de la república.

La enemistad con César, una herencia familiar


Uno de ellos fue Quinto Labieno. La oposición a los cesarianos era para él una herencia familiar. Su padre, Tito Labieno, había servido por muchos años con distinción bajo el mando de César. Labieno padre fue, de hecho, uno de los comandantes más capaces del ejército romano en las guerras que culminaron con la anexión de la Galia. Sus brillantes victorias le habrían seguramente proporcionado el honor de un triunfo, si él hubiera sido un gobernador y no sólo un subordinado. 

Labieno se volvió enormemente rico gracias a César, pero éste era mucho más generoso a la hora de compartir su dinero que cuando se trataba de su gloria o de su poder. Es probable que Labieno sintiera que no se reconocía su mérito en forma adecuada y que ello haya afectado su relación con César. Finalmente, en el año 49 a.C., Labieno se unió al bando pompeyano cuando lo guerra civil se hacia inminente. Desde ese momento, se convirtió en uno de los enemigos más acérrimos de su antiguo líder. Fue uno de los comandantes que sobrevivieron la debacle pompeyana en Farsalia y prefirieron huir para seguir la lucha antes que entregarse a César. Finalmente, Labieno encontró la muerte en España, peleando contra su enemigo en la batalla de Munda (45 a.C.).


denario de Quinto Labieno
Denario de Quinto Labieno


¿Republicano o traidor?


Quinto Labieno se decidió a continuar la lucha a la que su padre había dedicado su vida. Tras el asesinato de César se unió al bando republicano y fue enviado en misión diplomática a la corte del rey parto Orodes, con el fin de obtener su apoyo para las tropas republicanas. Tras la derrota en Filipos, Labieno permaneció en la corte del rey parto como un valioso consejero, pues sabía que el regreso a Roma hubiera significado una muerte segura. Labieno convenció a Orodes de intentar promover un levantamiento de las provincias orientales contra Marco Antonio. El rey parto envió a su hijo Pacoro y a Labieno al frente de un importante ejército a invadir Siria. Su avance alcanzó con rapidez éxitos espectaculares, sobre todo, porque numerosas unidades que habían peleado bajo el mando de Bruto y Casio se sublevaron para unirse a los invasores. Labieno asumió entonces el rimbombante título de “imperator parthicus”, parodiando los honores de los triunfadores romanos, e hizo acuñar sus propias monedas.


Busto de Quinto Labieno
Busto de Quinto Labieno

En una importante batalla, Labieno y Pacoro derrotaron a las tropas del gobernador Saxa en Asia menor. Tras la victoria, numerosas ciudades de la región se les entregaron abiertamente. La casi totalidad del Oriente romano había caído, con poco esfuerzo, en sus manos. Pero estos éxitos fueron sólo pasajeros. En el año 39 a.C., un contraataque bajo el mando de Publio Ventidio Basso le infligió a la fuerza parto-romana una derrota decisiva y Labieno fue ejecutado.

Durnte su breve control del oriente romano, Labieno acuñó diversas monedas de oro y plata. Las mismas fueron utilizadas, con seguridad, para pagar a sus tropas romanas y garantizarse así su lealtad. Tras la derrota, las monedas de Labieno fueron fundidas por los vencedores, lo que explica su extrema rareza hoy en día.

En el anverso, Labieno hizo representar su propio rostro. En el reverso encontramos un caballo sin jinete, probablemente una alusión a la caballería parta que integraba sus fuerzas. Las interpretaciones sobre la carrera de Labieno son diversas. ¿Qué piensa el lector? ¿Fue el último de los republicanos o sólo un traidor dispuesto a entregar su patria a un poder extranjero?

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