Decussis - AE 1075 gr. c. 215 a.C. Anverso: Cabeza de Roma a la derecha con yelmo. Marca de valor X. Reverso: Proa de galera romana hacia la izquierda. Marca de valor X. |
La Segunda Guerra Púnica y la crisis del sistema monetario romano arcaico
La Segunda Guerra Púnica (218-201 a.C.) fue un
acontecimiento de crucial importancia en la historia de Roma. Una lucha a todo
o nada por la hegemonía en el Mediterráneo occidental entre las dos potencias
de la región, Cartago y la República romana.
Al comienzo de la guerra, el osado cruce de los alpes y las
geniales victorias en las batallas de Ticino, Trebia y el lago Trasimeno les
dieron a los cartagineses una importante ventaja y dejaron a los romanos en una
situación crítica. Aníbal Barca parecía estar siempre un paso delante de los
generales de la república. Los romanos se decidieron a reunir el mayor
contingente de tropas de su historia confiando en que la superioridad de
fuerzas les permitiría neutralizar el talento táctico de Aníbal. Enviaron contra el enemigo 16 legiones, que con
sus unidades auxiliares correspondientes llegaban a unos 80.000 hombres.
Pese estos ingentes esfuerzos, la campaña del 216 a.C.
representó el punto más crítico en la historia militar de Roma. La batalla de
Cannas fue la mayor derrota de las legiones romanas en toda su historia. A
pesar de su inferioridad numérica, Aníbal realizó con sus tropas un genial
movimiento de pinzas. Los soldados romanos, atacados desde todos los frentes,
fueron aniquilados en una matanza hasta entonces sin precedentes.
La derrota dejó a la República en una situación desesperada.
Las pérdidas no podían reponerse en el corto plazo y ya no se contaba con metal
suficiente para seguir acuñando las monedas romanas con los estándares vigentes
antes del comienzo de la guerra. Los quadrigatos fueron devaluados reduciendo
su contenido de plata y las monedas de bronce reducidas en su peso.
El decussis
Los años que siguieron a la derrota de Cannas fueron
críticos para Roma. Las devaluaciones parecen haber llevado a una gradual
pérdida de confianza en las monedas romanas. Las autoridades reaccionaron con
algunos experimentos monetarios acuñando piezas nuevas. Una emisión especialmente
interesante es la de un conjunto completo de denominaciones de bronce que el
numismático inglés Michael Crawford ubica entre los años 215-212 a.C. y que
incluye ejemplares fundidos de gran tamaño de múltiplos del AS: dupondios,
tressis, quincussis y decussis.
La última es particularmente llamativa porque es, de hecho,
la moneda más grande jamás emitida por el Estado romano en toda su larga
historia, con 1075 gr. de peso. En su anverso representa la cabeza de Roma
hacia la derecha con un yelmo frigio y la marca de valor X detrás tal como la
encontraremos después en los primeros denarios. En el reverso, por su parte,
vemos la típica proa de las monedas fundidas de bronce romanas, en este caso
hacia la izquierda. Debe haberse tratado de un experimento que pronto se mostró
inviable, porque muy pocas de estas piezas excepcionales han llegado hasta
nosotros.
Se conocen hoy sólo cuatro ejemplares del decussis, de los
cuales, tres se encuentran en museos y uno sólo en las manos de un coleccionista,
habiendo sido subastado en el 2010 por 240.000 francos suizos.
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