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viernes, 29 de junio de 2018

Los medallones de Domiciano

Medallón de Domiciano
Domiciano. Múltiplo de plata de 8 denarios. 26 gr. Anverso: Busto de Domiciano hacia la derecha laureado y con égida. IMP CAES DOMIT AVG GERM P M TR POT V Reverso: Minerva sentada sosteniendo victoria y cetro. Reclinada sobre escudo con escena. Debajo barco con cautivo. IMP VIII COS XICENS POT PP. RIC 348.

Uno de los aspectos más atractivos de la producción monetaria del Imperio Romano durante el reinado de Domiciano (81-96 d.C.) fueron los medallones o múltiplos de oro y plata producidos en la ceca de Roma. Son especialmente interesantes porque preanuncian la creciente importancia de este tipo de acuñaciones pseudo-monetarias en el siglo II d.C. y también porque son piezas de gran belleza en las que el arte numismático romano se muestra en su máximo nivel.


Domiciano. Múltiplo de plata de 5 denarios. 17,11 gr. Busto laureado hacia la derecha IMP CAES DOMIT AVG GERM P M TR POT V Reverso: Germania sentada sobre escudo y lanza rota. IMP VIII COS XICENS POT PP. RIC 347


Conocemos hoy cinco medallones de Domiciano, que son hoy los únicos testigos de una producción que probablemente incluyó otros tipos que se han perdido. El primer0 (RIC 2, 347) es un medallón de plata equivalente a 5 denarios que presenta en su reverso el tipo de Germania sentada sobre un escudo con una lanza rota debajo, un motivo que también aparece en áureos y denarios de Domiciano. Se conserva actualmente en el Museo Británico.

El segundo medallón es un múltiplo de 8 denarios datado en el 85 d.C. (RIC 2, 348), también actualmente en el Museo Británico. En el reverso tiene una representación de Minerva, la deidad favorita de Domiciano, pero diferente a las que encontramos con frecuencia en las monedas de este emperador. Vemos a la diosa sentada sosteniendo una Victoria y un cetro y apoyando el brazo en un escudo. Debajo de ella vemos un barco y un cautivo. Sin duda, se trata de una alusión a las victorias del emperador contra los germanos.
Domiciano. Múltiplo de 8 áureos. Copia. Reverso: Busto de Domiciano hacia la derecha laureado y con égida.  IMP CAES DOMIT AVG GERM P M TR POT VII. Reverso: IMP XIIII COS XIII CENS PPP. RIC 575


El tercero era un medallón de 5 áureos acuñado en el 88 d.C. (RIC 2, 575) y que mostraba a Minerva de pie sobre una columna rostral. Esta fue una de las piezas robada de la colección del gabinete de medallas de París en 1831 en el mayor robo de monedas antiguas de la historia y lamentablemente fundida por los ladrones (una triste historia sobre la que he tratado en detalle en otra entrada). Por suerte se conserva una copia fundida (en la imagen sobre este párrafo) a partir de un molde de la original, que nos permite apreciar su aspecto en detalle.

Finalmente, encontramos dos múltiplos de 5 y 4 denarios (RIC 2, 729 y 731) que muestran a Minerva como tipo de reverso. En el primero la vemos de pie avanzando hacia la derecha y en el segundo, parada sobre una columna rostral.

Domiciano. Múltiplo de plata de 5 denarios. 17,11 gr. Busto laureado hacia la derecha IMP CAES DOMIT AVG GERM P M TR POT XI Reverso:  Minerva de pie sobre columna rostral sosteniendo lanza y escudo. IMP XXI COS XVI CENS PPP. RIC 731

Los medallones no eran monedas y es muy difícil pensar que hubieran servido para alguna función comercial práctica. ¿Para qué se los producía? No conocemos el propósito exacto, pero probablemente fueron entregadas como regalos a altos oficiales o funcionarios cercanos al emperador. He tratado este tema en más profundidad en otra entrada.


jueves, 28 de febrero de 2013

Los medallones romanos de César a Adriano


Acaba de llegar a mis manos la segunda edición del libro de Peter Franz Mittag, Romische Medaillons: Caesar bis Hadrian (Los medallones romanos. César a Adriano), que presenta un estudio detallado y un catálogo sistemático de todos los medallones tempranos del Imperio Romano.

Quien dice "Medallones romanos" piensa, sin duda, primero en el clásico trabajo de Francesco Gnecchi. Mittag no ofrece un estudio general tan amplio como el del gran numismático italiano. Se concentra sólo en el período clave en el que se produce el gradual desarrollo de los medallones como género numismático independiente, un proceso que se completa con Adriano, el primer emperador en acuñar este tipo de piezas con las características típicas que se mantendrán en las épocas sucesivas. El menor horizonte temporal le permite un análisis más profundo de cada una de los ejemplares incluidos, lo que es una de las características más interesantes del libro.

Mittag dedica a la descripción de los medallones de César Trajano sólo 20 páginas (23-42), dado que se trata de pocos ejemplares (ninguno de estos emperadores produjo más de 20 piezas que puedan considerarse con seguridad como medallones). Mittag identifica, por el contrario 136 medallones de Adriano y su estudio constituye el verdadero núcleo de la obra.

Las fronteras que separan a los medallones de las monedas no son siempre claras y ello es particularmente frecuente en el período analizado por Mittag en esta obra, en el que no existe todavía un género de medallones con características uniformes y el nivel de experimentación en la ceca de Roma es considerable. Mittag utiliza de forma convincente los siguientes criterios generales: 1) Gran peso y tamaño que no se corresponde con ninguna denominación vigente 2) Un estilo y un nivel de calidad poco comunes 3) Ausencia de desgaste como prueba de que la pieza no ha circulado como moneda.

En líneas generales, esta edición (producida tan sólo dos años después de la primera) salva algunos errores y omisiones de la precedente y será, con seguridad, por mucho tiempo, la obra de referencia estándar para estos medallones. Pienso en el futuro dedicar una serie de entradas a discutir en más detalle sus argumentos.

martes, 15 de enero de 2013

Francesco Gnecchi y los medallones romanos


He pasado las últimas semanas gozando de unas vacaciones, por lo que el ritmo de publicación en el blog ha sido algo menos intenso de lo habitual. Ahora estoy dando los últimos toques a mi artículo sobre los contorniatos para la revista numismática OMNI y ocupado intensivamente con las obras del gran numismático italiano –experto en medallones romanos- Francesco Gnecchi, por lo que me pareció oportuno dedicar una entrada a su vida y obra.

Empresario, pintos y coleccionista

Francesco Gnecchi nació en el año 1847 en el seno de una acaudalada familia de empresarios textiles especializados en la producción de seda. Estudió derecho en la universidad de Pavía pero, tras obtener su título, se dedicó a atender los negocios familiares, actividad que combinaba con la pintura, produciendo, sobre todo, obras de tipo paisajístico, como lo ilustra el siguiente ejemplo.


Gnecchi comenzó coleccionar monedas romanas a partir de 1870 y, en pocos años, su colección creció hasta transformarse en una base para sus primeros estudios, una serie de folletos publicados en conjunto con su hermano Ercole Gnecchi. Junto con este último y otros entusiastas, Francesco participó en 1888 de la fundación de la Rivista Italiana di Numismatica, dirigida inicialmente por Solón Ambrosoli y, más tarde, por él y su hermano. En sus páginas publicaría importantes aportes a muchos campos de la numismática romana. Esta revista sigue apareciendo en forma ininterrumpida desde ese año y es hoy una de las más prestigiosas de esta especialidad (podéis consultar sus primeros números en este sitio). En 1892, Gnecchi fue, además, uno de los socios fundadores de la Sociedad Numismática Italiana, que todavía conserva su sede en Milán y lleva adelante la edición de la revista.

La rigurosidad y calidad de los trabajos de Francesco le valieron un rápido reconocimiento internacional y en 1906 fue galardonado con la medalla de la Real Sociedad Numismática de Londres.


Su gran aporte, el estudio de los medallones romanos

Desde muy temprano, Gnecchi comenzó a interesarse particularmente por los medallones romanos, en los que concentró sus esfuerzos como coleccionista y numismático. Fruto de este interés, aparecería en el año 1912 su obra más importante, I medaglioni romani, dividida en tres volúmenes (el segundo y el tercero con dos partes cada uno). A pesar de haber cumplido ya un siglo, este trabajo sigue siendo fuente de consulta y de referencia imprescindible para este tipo de piezas. Lamentablemente, aunque se encuentra en el dominio público desde hace décadas, no se encuentra disponible online en forma completa, sólo se han digitalizado dos partes incluidas en el sitio archive.org.


Francesco falleció en el año 1919. Había seguido comprando monedas hasta sus últimos días, llegando a reunir unas 20.000 piezas en total, de todos los períodos de la historia de Roma, pero especialmente rica en medallones. Una de sus piezas más notables era el magnífico “medallón de Senigallia” (imagen sobre este párrafo) el único retrato conocido del rey ostrogodo Tedorico, que había sido descubierto en 1894 y comprado por los Gnecchi. Afortunadamente, el singular valor de su colección fue reconocido y el estado italiano la adquirió a sus herederos en el año 1923 para que formara parte del Museo Nazionale Romano en el Palazzo Massimo alle Terme, donde todavía hoy en día muchas de sus piezas forman parte de la exposición permanente.