Resumen de los factores analizados en esta entrada |
El valor de las monedas antiguas
ejerce una fascinación especial. Las entradas sobre este tema se encuentran
siempre entre las más visitadas del blog. También recibo infinidad de consultas
de personas que quieren saber cuánto vale su moneda y por qué vale lo que vale.
Quienes busquen saber cómo pueden
formarse una idea aproximada del valor de su moneda pueden leer esta otra entrada con algunos consejos generales. Aquí quiero profundizar sobre un
aspecto un poco más técnico, cuáles son los factores o características más
importantes de una moneda antigua a la hora de determinar su valor.
Primero una aclaración importante: Valuación de monedas antiguas vs. valuación de monedas modernas
Primero aclaremos, ¿a qué llamo
aquí una moneda antigua y a qué una moderna? Muy fácil. Llamo antiguas a las
monedas acuñadas individualmente mediante el golpe de un martillo sobre el cuño
y modernas a las acuñadas con máquinas, desde la invención de las primeras
prensas de monedas en el siglo XVI.
Esta diferencia en la forma de
producción tiene como resultado que cada moneda antigua es una pieza
absolutamente única que puede diferir considerablemente en peso, aspecto y
otras características de monedas de la exacta misma emisión. Las monedas
modernas por el contrario, gracias a su producción mecánica, son generalmente
mucho más uniformes.
La consecuencia es que determinar
el valor de una moneda antigua puede ser más difícil que el de una moneda
moderna. En el caso de estas últimas, los factores clave a tener en cuenta son,
sobre todo, tres: la rareza, la denominación y el grado de conservación. Esos
tres factores son también, por supuesto muy importantes en el caso de las
monedas antiguas, sólo que es necesario tener en cuenta también a muchos otros.
A continuación presento una lista
con algunos de los factores más importantes. Podemos dividirlos en dos grandes
grupos. Primero, los factores físicos, que hacen a la materialidad de la moneda
y su condición. Segundo, los factores de mercado, que se refieren a la forma en
que una moneda es percibida por los coleccionistas.
Los factores que afectan el valor de una moneda antigua
A – Factores físicos
1) Grado de conservación:
El grado de conservación hace
referencia al estado general en que se encuentra una moneda respecto del que
tenía al momento de su acuñación. Es decir, que se refiere al desgaste que
afecta a los motivos en su superficie.
Por supuesto, ese desgaste se
encuentra en relación directa con el tiempo que la moneda permaneció en
circulación. Muchas de las monedas que han llegado hasta nosotros del mundo
antiguo permanecieron en circulación por bastante tiempo y sufrieron procesos
de desgaste variables. Las piezas que se conservan en su estado original o
cerca del mismo son, en consecuencia, raras y codiciadas. Las rayas o cortes
que una moneda haya recibido posteriormente a su acuñación afectan considerablemente
su gradación. El valor de dos monedas iguales puede variar de manera increíble según
su diferente conservación. Podéis ver un ejemplo en esta otra entrada.
2) Acuñación:
Como señalé más arriba, las
monedas contemporáneas se fabrican en prensas mecánicas que garantizan una alta
calidad y una completa uniformidad. En la antigüedad, las monedas eran acuñadas
golpeando el cospel metálico entre dos cuños con un martillo. Si bien este
trabajo era llevado a cabo por equipos de artesanos profesionales, el resultado
no era siempre perfecto y en muchos casos los motivos aparecían descentrados o
no se trasladaban de forma correcta al cospel.
Por otra parte, el desgaste de
los cuños iba produciendo acuñaciones cada vez más débiles. En ocasiones, los
cuños se seguían usando a pesar de presentar grietas o roturas, lo que es
claramente visible en la superficie de las monedas acuñadas con ellos.
Las diferentes calidades de
acuñación resultantes pueden afectar el precio de una moneda de manera
considerable.
Óbolo ateniense con cospel irregular |
3) Cospel:
Los cospeles también eran
producidos de manera artesanal, los que resultaba en importantes variaciones de
peso y forma. Cospeles rotos o muy por debajo del peso promedio esperable
afectan negativamente el valor de una moneda, lo mismo sucede cuando su forma
es excesivamente irregular o cuando las características de su superficie no
permiten una transmisión adecuada del motivo del cuño a sus caras. Por el
contrario, cospeles uniformes y de buen peso afectan positivamente el valor.
4) Calidad del metal:
Monedas cuyo metal no presente la
pureza esperable para ese tipo o que presenten un nivel elevado de porosidad,
corrosión u otro daño semejante en su superficie siempre pierden valor respecto
de un ejemplar promedio.
Sestercio de Septimio Severo con espectacular pátina verde |
5) Pátina y entonación:
La pátina es una película que se
forma en la superficie de las monedas de cobre o sus aleaciones como resultado
del proceso de oxidación. Se denomina entonación a las coloraciones que asumen
por su antigüedad las monedas de plata. Por supuesto, las monedas de oro están
excluidas ya que (salvo circunstancias excepcionales como las de los áureos del
Boscoreale) es un metal que no se oxida.
La pátina y entonación de una
moneda son un reflejo de su antigüedad y, por lo tanto, son muy buscadas por
los coleccionistas. Una pátina atractiva siempre añade atractivo estético y
valor a una moneda. Lógicamente, una moneda cuya pátina ha sido dañada o
removida puede perder casi completamente su valor.
B – Factores de mercado
6) Proveniencia y pedigrí:
De la gran mayoría de las monedas
antiguas no se conoce su origen, por lo que los pocos ejemplares que pueden
rastrarse hasta un tesoro famoso pueden cotizarse más que otro igual pero sobre
el que no se tenga esa información.
Lo mismo sucede con aquellas
monedas que cuentan con un pedigrí de haber sido vendidas en subastas
importantes y de haber formado parte de colecciones famosas. Los coleccionistas
siempre están dispuestos a pagar un poco más por ellas, sobre todo porque eso
se percibe como una garantía sobre su autenticidad y como un juicio confiable
sobre su calidad.
7) Rareza:
Nunca se ha realizado un censo
completo o mínimamente representativo de las monedas antiguas en colecciones
privadas, por lo que nadie sabe con absoluta certeza cuántos ejemplares existen
de un determinado tipo. Para la moneda del Imperio Romano se cuenta con las
indicaciones de rareza en el Roman Imperial Coinage, que se basan en un estudio
de las colecciones de museos europeos en la época en que se redactaron los
diferentes volúmenes. En muchos casos sin embargo, los hallazgos de las últimas
décadas han alterado de manera considerable el panorama allí representado.
La rareza de las monedas antiguas
en la actualidad refleja, obviamente, aunque no de manera exacta, la rareza de
las monedas en su época, por lo que el estudio de la composición de algunos
tesoros antiguos (que -como el de Reka Devnia- son lo suficientemente grandes
como para considerarse muestras representativas) permite elaborar tablas de
rareza para algunos períodos.
Más allá de todo lo dicho, es
necesario tener en cuenta que un nuevo hallazgo puede alterar completamente la
situación y volver algo más común una moneda que hasta entonces era
extremadamente rara, como sucedió, por ejemplo, con los octodracmas de Arsinoe
II.
En todo mercado, la rareza
representa una restricción de la oferta. Si existe una demanda, entonces los
interesados deberán competir entre sí para poder acceder a una de las escasas
piezas disponibles y ello elevará el valor.
8) Importancia Histórica:
Una de las principales razones
por las que las monedas antiguas son coleccionadas es porque son testigos de
épocas pasadas distantes en el tiempo. Por ello, cuando una moneda está
asociada a acontecimientos, lugares, construcciones o personajes históricos de
gran relevancia, entonces su valor sube, pues ese es uno de los factores que
más atraen el interés de los coleccionistas.
9) Atractivo estético:
Las monedas antiguas presentan,
en comparación con las modernas, una mucha mayor variedad de tipos y motivos,
algunos muy elaborados. Como resultado, hay monedas que pueden considerarse
como verdaderas obras de arte, cuyos cuños fueron grabados por verdaderos
maestros a la altura de los más grandes genios artísticos de la historia
universal y eso las hace muy atractivas para los coleccionistas, por lo que su
valor sube.
10) Relevancia para los coleccionistas:
Dejo para el final el factor más difícil
de ponderar. Todas las características de una moneda son muy importantes y
afectan su valor, pero dependiendo siempre de cómo son percibidas por los
coleccionistas. Este es, en consecuencia, el factor determinante en última
instancia, porque los intereses de quienes coleccionan monedas pueden ser muy
diferentes y cambiar con el tiempo. En la numismática existen modas como en
cualquier otra actividad humana. Hay épocas y culturas que son más
coleccionadas que otras y ello determina la demanda y, en consecuencia, el
precio.
Podría incluir más factores y
hacer una lista más larga, pero creo que los diez mencionados cubren lo más
importante. Cada moneda puede ser valorada en relación con cada uno de estos
factores y el resultado afectará positiva o negativamente la valuación total de
la misma.
tengo monedas de 25 centvo del ano 1954-55-56-de plata cuanto me ofrecen?/
ResponderBorrarTengo Esa Moneda De La Imagen. Enserio Y No Esta Tan Desgastada Es De Mi Abuelo Y Colecciona Cosas Antigual
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