domingo, 30 de diciembre de 2018

Valor de monedas antiguas - 10 factores clave que lo afectan

Resumen de los factores analizados en esta entrada

El valor de las monedas antiguas ejerce una fascinación especial. Las entradas sobre este tema se encuentran siempre entre las más visitadas del blog. También recibo infinidad de consultas de personas que quieren saber cuánto vale su moneda y por qué vale lo que vale. 

Quienes busquen saber cómo pueden formarse una idea aproximada del valor de su moneda pueden leer esta otra entrada con algunos consejos generales. Aquí quiero profundizar sobre un aspecto un poco más técnico, cuáles son los factores o características más importantes de una moneda antigua a la hora de determinar su valor.


Primero una aclaración importante: Valuación de monedas antiguas vs. valuación de monedas modernas


Primero aclaremos, ¿a qué llamo aquí una moneda antigua y a qué una moderna? Muy fácil. Llamo antiguas a las monedas acuñadas individualmente mediante el golpe de un martillo sobre el cuño y modernas a las acuñadas con máquinas, desde la invención de las primeras prensas de monedas en el siglo XVI.

Esta diferencia en la forma de producción tiene como resultado que cada moneda antigua es una pieza absolutamente única que puede diferir considerablemente en peso, aspecto y otras características de monedas de la exacta misma emisión. Las monedas modernas por el contrario, gracias a su producción mecánica, son generalmente mucho más uniformes.

La consecuencia es que determinar el valor de una moneda antigua puede ser más difícil que el de una moneda moderna. En el caso de estas últimas, los factores clave a tener en cuenta son, sobre todo, tres: la rareza, la denominación y el grado de conservación. Esos tres factores son también, por supuesto muy importantes en el caso de las monedas antiguas, sólo que es necesario tener en cuenta también a muchos otros.

A continuación presento una lista con algunos de los factores más importantes. Podemos dividirlos en dos grandes grupos. Primero, los factores físicos, que hacen a la materialidad de la moneda y su condición. Segundo, los factores de mercado, que se refieren a la forma en que una moneda es percibida por los coleccionistas.

Los factores que afectan el valor de una moneda antigua


A – Factores físicos

 
Sestercio de Adriano con una conservación excepcional

1) Grado de conservación:


El grado de conservación hace referencia al estado general en que se encuentra una moneda respecto del que tenía al momento de su acuñación. Es decir, que se refiere al desgaste que afecta a los motivos en su superficie.

Por supuesto, ese desgaste se encuentra en relación directa con el tiempo que la moneda permaneció en circulación. Muchas de las monedas que han llegado hasta nosotros del mundo antiguo permanecieron en circulación por bastante tiempo y sufrieron procesos de desgaste variables. Las piezas que se conservan en su estado original o cerca del mismo son, en consecuencia, raras y codiciadas. Las rayas o cortes que una moneda haya recibido posteriormente a su acuñación afectan considerablemente su gradación. El valor de dos monedas iguales puede variar de manera increíble según su diferente conservación. Podéis ver un ejemplo en esta otra entrada.


2) Acuñación:


Como señalé más arriba, las monedas contemporáneas se fabrican en prensas mecánicas que garantizan una alta calidad y una completa uniformidad. En la antigüedad, las monedas eran acuñadas golpeando el cospel metálico entre dos cuños con un martillo. Si bien este trabajo era llevado a cabo por equipos de artesanos profesionales, el resultado no era siempre perfecto y en muchos casos los motivos aparecían descentrados o no se trasladaban de forma correcta al cospel.

Por otra parte, el desgaste de los cuños iba produciendo acuñaciones cada vez más débiles. En ocasiones, los cuños se seguían usando a pesar de presentar grietas o roturas, lo que es claramente visible en la superficie de las monedas acuñadas con ellos.

Las diferentes calidades de acuñación resultantes pueden afectar el precio de una moneda de manera considerable.


Óbolo ateniense con cospel irregular

3) Cospel:


Los cospeles también eran producidos de manera artesanal, los que resultaba en importantes variaciones de peso y forma. Cospeles rotos o muy por debajo del peso promedio esperable afectan negativamente el valor de una moneda, lo mismo sucede cuando su forma es excesivamente irregular o cuando las características de su superficie no permiten una transmisión adecuada del motivo del cuño a sus caras. Por el contrario, cospeles uniformes y de buen peso afectan positivamente el valor.


4) Calidad del metal:


Monedas cuyo metal no presente la pureza esperable para ese tipo o que presenten un nivel elevado de porosidad, corrosión u otro daño semejante en su superficie siempre pierden valor respecto de un ejemplar promedio.

Sestercio de Septimio Severo con espectacular pátina verde

5) Pátina y entonación:


La pátina es una película que se forma en la superficie de las monedas de cobre o sus aleaciones como resultado del proceso de oxidación. Se denomina entonación a las coloraciones que asumen por su antigüedad las monedas de plata. Por supuesto, las monedas de oro están excluidas ya que (salvo circunstancias excepcionales como las de los áureos del Boscoreale) es un metal que no se oxida.

La pátina y entonación de una moneda son un reflejo de su antigüedad y, por lo tanto, son muy buscadas por los coleccionistas. Una pátina atractiva siempre añade atractivo estético y valor a una moneda. Lógicamente, una moneda cuya pátina ha sido dañada o removida puede perder casi completamente su valor.



B – Factores de mercado


6) Proveniencia y pedigrí:


De la gran mayoría de las monedas antiguas no se conoce su origen, por lo que los pocos ejemplares que pueden rastrarse hasta un tesoro famoso pueden cotizarse más que otro igual pero sobre el que no se tenga esa información.

Lo mismo sucede con aquellas monedas que cuentan con un pedigrí de haber sido vendidas en subastas importantes y de haber formado parte de colecciones famosas. Los coleccionistas siempre están dispuestos a pagar un poco más por ellas, sobre todo porque eso se percibe como una garantía sobre su autenticidad y como un juicio confiable sobre su calidad.


7) Rareza:


Nunca se ha realizado un censo completo o mínimamente representativo de las monedas antiguas en colecciones privadas, por lo que nadie sabe con absoluta certeza cuántos ejemplares existen de un determinado tipo. Para la moneda del Imperio Romano se cuenta con las indicaciones de rareza en el Roman Imperial Coinage, que se basan en un estudio de las colecciones de museos europeos en la época en que se redactaron los diferentes volúmenes. En muchos casos sin embargo, los hallazgos de las últimas décadas han alterado de manera considerable el panorama allí representado.

La rareza de las monedas antiguas en la actualidad refleja, obviamente, aunque no de manera exacta, la rareza de las monedas en su época, por lo que el estudio de la composición de algunos tesoros antiguos (que -como el de Reka Devnia- son lo suficientemente grandes como para considerarse muestras representativas) permite elaborar tablas de rareza para algunos períodos.

Más allá de todo lo dicho, es necesario tener en cuenta que un nuevo hallazgo puede alterar completamente la situación y volver algo más común una moneda que hasta entonces era extremadamente rara, como sucedió, por ejemplo, con los octodracmas de Arsinoe II.

En todo mercado, la rareza representa una restricción de la oferta. Si existe una demanda, entonces los interesados deberán competir entre sí para poder acceder a una de las escasas piezas disponibles y ello elevará el valor.


8) Importancia Histórica:


Una de las principales razones por las que las monedas antiguas son coleccionadas es porque son testigos de épocas pasadas distantes en el tiempo. Por ello, cuando una moneda está asociada a acontecimientos, lugares, construcciones o personajes históricos de gran relevancia, entonces su valor sube, pues ese es uno de los factores que más atraen el interés de los coleccionistas.


9) Atractivo estético:


Las monedas antiguas presentan, en comparación con las modernas, una mucha mayor variedad de tipos y motivos, algunos muy elaborados. Como resultado, hay monedas que pueden considerarse como verdaderas obras de arte, cuyos cuños fueron grabados por verdaderos maestros a la altura de los más grandes genios artísticos de la historia universal y eso las hace muy atractivas para los coleccionistas, por lo que su valor sube.


10) Relevancia para los coleccionistas:


Dejo para el final el factor más difícil de ponderar. Todas las características de una moneda son muy importantes y afectan su valor, pero dependiendo siempre de cómo son percibidas por los coleccionistas. Este es, en consecuencia, el factor determinante en última instancia, porque los intereses de quienes coleccionan monedas pueden ser muy diferentes y cambiar con el tiempo. En la numismática existen modas como en cualquier otra actividad humana. Hay épocas y culturas que son más coleccionadas que otras y ello determina la demanda y, en consecuencia, el precio.

Podría incluir más factores y hacer una lista más larga, pero creo que los diez mencionados cubren lo más importante. Cada moneda puede ser valorada en relación con cada uno de estos factores y el resultado afectará positiva o negativamente la valuación total de la misma.


2 comentarios:

  1. tengo monedas de 25 centvo del ano 1954-55-56-de plata cuanto me ofrecen?/

    ResponderBorrar
  2. Tengo Esa Moneda De La Imagen. Enserio Y No Esta Tan Desgastada Es De Mi Abuelo Y Colecciona Cosas Antigual

    ResponderBorrar