jueves, 20 de septiembre de 2018

Tabla básica para identificar monedas del Imperio Romano

Tamaño relativo de las monedas del Imperio Romano
La entrada de hoy está orientada a aquellos que recién están comenzando con las monedas romanas y quieren comenzar a familiarizarse con las distintas denominaciones del período.

Una de las primeras cosas que el principiante debe aprender, es a identificar los tipos de monedas más comunes. Teniendo en cuenta algunas características específicas, es muy fácil distinguir las denominaciones más importantes del Imperio Romano. Por supuesto, los romanos introducirían variaciones en sus monedas a lo largo del tiempo y varias reformas cambiarían los pesos teóricos de las diversas piezas, como así también la pureza de sus aleaciones. Ello hace imposible hacer una tabla exacta que permita una identificación exacta a partir sólo del peso y el diámetro de una pieza. Lo mismo puede decirse de los tipos de retratos usados en los anversos y de los tipos de reverso, que son muy variables. A pesar de que algunos tipos específicos son los más comunes en una denominación, siempre hay excepciones.

La siguiente tabla sintetiza la información básica. Los tamaños relativos de las distintas denominaciones pueden compararse con facilidad en la imagen que encabeza esta entrada.

El fin de la misma es, insisto, ante todo didáctico, para facilitar al que se inicia dar los primeros pasos en el tema hasta adquirir por la práctica la capacidad de identificar rápidamente y sin duda, primero las denominaciones, y luego los períodos y los emperadores y motivos representados.

Denomiación     
Peso
Diámetro
Metal
Anverso
Reverso
Áureo
aprox. 6,5 - 8,0 gr.
aprox. 20mm
oro
Emperador laureado o con la cabeza   descubierta. También miembros de la familia imperial.
motivos variados
Sólido
Aprox. 4,5 gr.
Aprox. 20mm
Oro
El motivo más   frecuente es el busto del emperador hacia la derecha con diadema, coraza y manto.
Otro motivo común es el busto frontal del emperador con yelmo y coraza, que se vuelve predominante desde el reino de Arcadio.
Motivos variados
Denario
aprox. 2,3 - 4,0 G
aprox. 18mm
Plata
Emperador laureado o con la cabeza   descubierta. También miembros de la familia imperial.
motivos variados
Sestercio
aprox. 15 - 28g
aprox. 30-34 mm
Latón o bronce
Emperador laureado o con la cabeza   descubierta. También miembros de la familia imperial.
Incluye en la mayoría de los casos las letras S C, aunque no siempre
Dupondio
aprox. 5 - 14 g
aprox. 29mm
Latón
Generalmente Emperador con corona de rayos (es norma uniforme desde el reinado de Vespasiano). También miembros de la familia imperial. Algunos dupondios tempranos muy famosos no presentan retrato
Incluye en la mayoría de los casos las letras S C, aunque no siempre
As
aprox. 5 - 14 g
aprox. 27mm
aleación de cobre
Emperador laureado o con la cabeza   descubierta.
Incluye en la mayoría de los casos las letras S C, aunque no siempre
Antoniniano
Es introducido con un peso de entre 5,3 y 4,5 g pero decae con el tiempo
Aprox. 21mm, con tendencia a la reducción con el paso del tiempo
Aleación con cantidad cada vez menor de plata hasta llegar a un vellón bajo con contenido insignificante de la misma
Busto del emperador con corona de rayos. También miembros de la familia imperial.
Motivos variados
Siliqua
Introducida con un peso de 3,4 g., pronto baja
Aprox. 18mm.
Plata
El motivo más   frecuente es el busto del emperador hacia la derecha con diadema, coraza y manto.
Motivos variados
Follis
Introducida con un peso de entre 10 y 12 g que pronto declina
Aprox. 26mm.
Vellón bajo
El motivo más frecuente es el busto de los emperadores con corona de laureles y coraza y/o manto.
Motivos variados
AE 1, 2, 3 y 4
Peso variable
Se las clasifica por su diámetro de la siguiente manera:
AE1 = más de 25 mm; AE2 = 21-25 mm; AE3   = 17-21 mm; AE4 = menos de 17 mm
Vellón bajo
Retrato del emperador
Motivos variados

miércoles, 19 de septiembre de 2018

Un fantástico sestercio de Vespasiano celebrando la paz al comienzo de su reinado

Sestercio de Vespasiano, Roma 71 d.C. Anverso: IMP CAES VESPASIAN AVG P M TR P P P COS III Busto laureado de Vespasiano hacia la derecha. Reverso: SPES AVGVSTA S C Spes de pie entrega una a tres soldados. RIC 206.


La primera guerra judía y la llegada de Vespasiano al trono


Los últimos años del reinado de Nerón, el Imperio Romano se vio afectado por un número creciente de problemas. Dificultades fiscales llevaron a un fuerte incremento de impuestos para los habitantes de las provincias. La suba fue recibida con amplio descontento en todas partes, pero en la provincia de Judea, donde ya existía una situación de conflicto por tensiones étnicas y religiosas, fue la gota que rebalsó el vaso y dio origen a una revuelta abierta contra el poder romano.

Las legiones romanas fueron movilizadas para sofocar la protesta y Nerón confió a Vespasiano la dirección de las operaciones. Lo eligió, probablemente, pensando que, como era un hombre nuevo sin antepasados distinguidos en su familia, no se vería tentado de aspirar al trono. Sin embargo, Vespasiano terminaría ascendiendo al rango imperial tras la serie de cruentas guerras civiles que seguiría a la muerte de Nerón en lo que se conoce como “el año de los cuatro emperadores” (68-69 d.C.).

La lucha por el trono romano demoraría las operaciones en Judea, pero en el año 70 d.C. finalmente la ciudad de Judea, el principal foco de resistencia, sería tomada tras un largo asedio y marcaría a comienzos del reinado de Vespasiano un hito que el nuevo soberano se encargaría de publicitar en la famosa serie de monedas “Judea Capta”

Según el historiador de origen judío Flavio Josefo, que fue testigo de los hechos, la captura de Jerusalén fue extremadamente violenta y corrieron ríos de sangre por la ciudad a medida que los legionarios avanzaban por sus calles.

Captura de Jerusalén - 70 d.C.

El sestercio de Vespasiano RIC 206


El sestercio cuya imagen encabeza esta entrada forma parte de una serie más reducida abocada a destacar ya no el triunfo mismo sobre los judíos, sino el comienzo de una nueva era de paz que seguiría a la supresión de la revuelta.

En el reverso encontramos una escena militar muy original para lo que son las tradiciones de representación en la numismática romana. Vemos allí a la diosa Spes (la esperanza) que entrega una flor a un grupo de tres soldados romanos. Se trata de una forma original de representar la idea de que se esperaba el comienzo de una era de paz

La moneda se acuñó en el 71 d. C. Desafortunadamente, ese año representó sólo una pausa en la guerra, y las esperanzas representadas en este sestercio no se materializarían, ya que los romanos todavía se enfrentaban a grupos judíos que seguían resistiendo a pesar de que su lucha no tenía ninguna perspectiva de éxito. El último foco de resistencia fue aplastado sólo con la captura de Masada en el año 73 d.C.

viernes, 14 de septiembre de 2018

¿Cómo se producían las monedas en la Antigüedad?

Herramientas romanas utilizadas para producir monedas

Herramientas utilizadas en la producción de monedas en época romana, de una tumba en Alejandría

El único producto "industrial" de la Antigüedad


La moneda es prácticamente el único artefacto que en el mundo antiguo se produjo en una escala que puede llamarse “industrial”, es decir, que se acuñaron por decenas y hasta por cientos de millones de ejemplares. A pesar de ello, las técnicas de producción fueron marcadamente artesanales y rudimentarias, con un recurso mínimo a la tecnología. El gran volumen de producción era posible porque se recurría a múltiples equipos de artesanos excelentemente entrenados y muy bien organizados que podían mantener un ritmo de trabajo muy intenso por jornadas extensas.

Acuñación de una moneda antigua

El proceso de acuñación


Si bien las monedas también se fabricaron en ocasiones por fundición en moldes, lo más común era la acuñación por golpe de cuños. El proceso era, por supuesto, completamente manual.  Cuando el flan (es decir, el disco de metal a acuñar) ya estaba listo, todavía caliente o recalentado para que fuera más maleable, se lo tomaba con una pinza y se lo colocaba sobre el cuño de reverso que, normalmente, se encontraba fijado en un yunque. A continuación, otra persona (podían ser dos) colocaba y sostenía encima el cuño de reverso con la mano o con unas tenazas, mientras un tercero golpeaba encima de éste con un martillo. 

Podemos ver una representación artística de este proceso en un famoso fresco pompeyano el que el proceso es llevado a cabo por pequeños putti alados.

fresco pompeya acuñación monedas


El golpe del martillo sobre el cuño superior garantizaba una fuerte presión que hacía que el diseño en negativo grabado sobre los cuños dejara una copia positiva sobre el pequeño disco metálico.

Después, la moneda terminada era  retirada por un cuarto trabajador para que el proceso comenzara a repetirse desde el comienzo. Lo normal era utilizar dos cuños, sólo algunas monedas etruscas fueron golpeadas de un único lado dejando el otro plano (comolas de Populonia).

Características de las monedas y errores frecuentes


Como resultado de este proceso, las monedas antiguas tienden a presentar una superficie convexa en el anverso y cóncava en el reverso, aunque en las monedas del período helenístico y romano ello sea prácticamente imperceptible. También era frecuente que el cospel o el cuño de reverso no se colocaran correctamente, resultando en ejemplares descentrados. Cuando era necesario dar más de un golpe para que se grabaran bien los tipos, las diferentes impresiones generalmente no coincidían, originando una imagen con doble contorno.

Cuños monetarios romanos de la época de Augusto
 Cuños de la época de Augusto, hallados en Calahorra, España

La frecuencia de este tipo de errores demuestra que se colocaba el énfasis en la velocidad de la producción antes que en la calidad. Se calcula que un equipo experimentado de trabajadores de una ceca romana podría producir una moneda en unos tres segundos. Parece obvio que para mantener ese ritmo a lo largo del tiempo era necesario recambiar permanentemente a quienes operaban el martillo, que era la tarea físicamente más demandante, por lo que el equipo sería más numeroso.

Por supuesto, todo el proceso podía ser realizado por una sola persona pero ello lo hacía muy lento. Lo habitual, por lo menos en las cecas del Imperio Romano, era que un grupo de personas actuaran en conjunto formando un pequeño equipo y aplicando una rudimentaria división del trabajo entre ellos que incrementaba la productividad. La evidencia de esto proviene tanto de las monedas mismas como de algunas inscripciones latinas que mencionan los diferentes tipos de obreros especializados que trabajaban en las cecas del imperio.

cuños monetarios romanos montados en tenaza
Cuños montados en tenaza

Los artesanos especializados


Con la producción estaban involucrados directamente los suppostores: que colocaban la moneda para que fuese acuñada y los malleatores, que eran quienes golpeaban los cuños con el martillo. Para aumentar el volumen de producción, una ceca podía contar con varios de estos equipos operando paralelamente. Una innovación del Bajo Imperio fue la unión de los cuños en una tenaza articulada, lo que simplificaba y aceleraba el proceso y permitía, por supuesto, una mayor velocidad de producción.



lunes, 3 de septiembre de 2018

Monedas romanas y sasánidas probablemente perdidas en el incendio del Museo Nacional de Brasil en Río de Janeiro


El Museo Nacional de Brasil


Ayer, 2 de septiembre de 2018, un incendio destruyó el Museo Nacional de Brasil en la ciudad de Río de Janeiro. Había sido fundado por el rey Juan VI en junio de 1818, y era la institución de investigación más antigua del país.

La información todavía es escasa, pero los reportes indican que la mayor parte de su colección de más de 20 millones de objetos se ha perdido consumida por las llamas. De confirmarse lo peor, el valor de las pérdidas sería incalculable. Ha desaparecido para siempre una gran parte de la historia del Brasil y también de américa latina y del mundo.

Los primeros reportes indican que entre las numerosas pérdidas se encontraría también una gran colección arqueológica de 750 piezas compuesta en su mayoría por objetos griegos, romanos, etruscos e italiotas, incluyendo varios frescos pompeyanos. Es la colección más grande de este tipo en América Latina. La mayoría de las piezas pertenecieron anteriormente a la colección de la emperatriz Teresa Cristina, y fue trasladada a Brasil cuando la emperatriz desembarcó en Río de Janeiro en 1843, justo después de su boda con el emperador Pedro II.

Fresco pompeyano de la colección del Museo Nacional

El museo había sufrido problemas de financiamiento por recortes presupuestarios en los últimos meses, y se considera probable que el incendio se haya debido a deficiencias de mantenimiento. Sin embargo, ello es todavía materia de investigación.

Las pérdidas numismáticas


Brasil cuenta con una de las colecciones numismáticas más importantes de América Latina, con 131.000 piezas de todas las épocas de la historia. La misma se encuentra, afortunadamente, alojada en el Museo Histórico Nacional, una segunda institución ubicada también en la ciudad de Río de Janeiro.

Una sección de esa colección, compuesta por monedas romanas y sasánidas se encontraba bajo la salvaguarda del Museo Nacional y se habría visto afectada por el incendio. Debemos esperar noticias más detalladas, pero todo indica que estas piezas se habrían perdido.

domingo, 2 de septiembre de 2018

La colección de monedas y billetes del museo “Janson” del Banco Central de la República Argentina


El museo y la donación de Héctor Janson


El museo del Banco Central fue inaugurado en 1941 y es actualmente el que cuenta con la mayor y más destacada colección de monedas y billetes de la Argentina. La misma cubre todos los períodos de la historia del país y abarca unas 20.000 piezas. Se ubica en las cercanías de la plaza de mayo (San Martín 216) y su entrada es libre y gratuita (de lunes a viernes de 10 a 16hs.)


En 2017, el museo fue rebautizado “Héctor Carlos Janson” para reconocer la valiosa donación realizada por este destacado coleccionista y estudioso, quien cedió 2760 piezas de gran valor al museo. La donación permitió completar el patrimonio con algunas piezas de gran rareza y preservar así una parte importante de la historia monetaria del país.

Esta semana tuve oportunidad de recorrer el museo en compañía de su directora, Mabel Esteve, y de Mariano Cohen, investigador del IFINRA. ¡Agradezco a ambos la gentileza!

La exposición permanente


El edificio actual del museo (se encuentra allí desde 1989) fue construido en 1862 como primera sede de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires. La exposición permanente ocupa el primer piso y ofrece en cuatro de sus salas un recorrido por la historia monetaria del país desde los períodos prehispánico y colonial hasta la actualidad. El foco de la atención se concentra, por supuesto, en los dos siglos desde la Revolución de Mayo de 1810. La sala con monedas y billetes del período de la independencia y organización nacional es la más interesante, con algunos objetos de gran atractivo y rareza.


El recorrido por este sector de la exposición es una cabal muestra de la caótica historia monetaria de la Argentina y de los frecuentes episodios inflacionarios que hicieron necesario el remplazo de las denominaciones vigentes ante el completo descrédito de las mismas y también la quita de ceros.

Dos salas más se concentran en la historia del propio Banco Central y de las instituciones predecesoras, sobre todo la caja de conversión, que funcionó entre 1890 y 1935, y fue la antecesora directa del Banco, establecido en ese último año.

Las muestras temporarias




En la planta baja del museo pueden observarse exposiciones temporarias dedicadas a resaltar distintas secciones de la colección donada por Janson. Actualmente, una sala se concentra en ejemplares con errores de las primeras monedas patrias y una segunda a los “tapados” del caudillo federal Facundo Quiroga, un tesoro de monedas enterrado y recuperado en los conflictivos años de las guerras civiles que siguieron a la independencia.



En el primer piso, se encuentra un segundo espacio utilizado para exposiciones temporarias en el que puede verse ahora una muestra de monedas conmemorativas de los mundiales de futbol. La muestra acompaña la acuñación de una moneda de 5 pesos para celebrar la realización del mundial de Rusia.


En suma, el museo “Héctor Carlos Janson” es una parada obligada para todos aquellos que se interesan por la numismática y por la historia argentina.