Dracma de Alejandro Magno en el estándar de peso ático, semejante a los provenientes del tesoro de Sinanpaşa |
Hallazgo y dispersión
En los primeros años del siglo XX, en algún lugar cerca de
la ciudad de Sinanpaşa, en el centro de Turquía, un campesino turco descubrió
casualmente un tesoro de monedas antiguas de plata enterradas a finales del
siglo III a.C.
No se sabe cuántas monedas componían el tesoro, ya que el
hallazgo nunca fue declarado oficialmente y el contenido fue vendido en el
mercado numismático internacional y se dispersó entre coleccionistas de
diversas partes del mundo.
Todas las monedas del tesoro son dracmas en el estándar de
peso "Ático" es decir, de alrededor de 4,30 gr. Las monedas presentan
todas los mismos motivos en sus dos caras. En el anverso, vemos un busto de
Heracles (Hércules), el legendario antepasado de la familia real de Macedonia,
que lleva un tocado de piel de león. El reverso muestra a Zeus sentado en un
trono, sosteniendo un águila en su mano derecha. La leyenda designa a Alejandro
Magno como el monarca responsable de la acuñación. Tras la muerte de Alejandro,
este diseño sería imitado por sus sucesores, aquellos de sus generales que se
repartieron sus conquistas. Su diseño representa, en consecuencia, el inicio de
la historia numismática del período helenístico.
Los ahorros de un veterano de las campañas de Alejandro
Entre 1919 y 1927, un erudito coleccionista estadounidense,
Edward T. Newell (1886–1941), identificó cientos de monedas que provenían del
tesoro de Sinanpaşa y adquirió un número importante de las mismas. Las monedas
más tardías permiten afirmar con relativa certeza que el tesoro fue enterrado
entre los años 317 y 316 a.C.
Infante macedonio (Hipaspista) de la época de las conquistas de Alejandro |
Newell donó su colección de 87.000 monedas a la American
Numismatic Society. Entre ellas había 670 monedas que formaron parte del tesoro
de Sinanpaşa.
El tesoro de Sinanpaşa representa con toda probabilidad los
ahorros de un veterano de las campañas de conquista de Alejandro en Persia.
Tras años de servicio y combate por todo el Oriente, el experimentado soldado
escondió sus valiosos ahorros (o parte de los mismos) bajo la tierra, pero por
algún infortunio que no conocemos no tuvo oportunidad de recuperarlos.
En el 324 a.C., Alejandro recompensó a 10.000 de sus
soldados macedonios, pagando a cada uno de ellos la enorme cifra de 6000
dracmas de plata en salarios atrasados, más otras cifras elevadas en concepto
de bonos y premios. Para ello se acuñaron millones de monedas con los enormes
tesoros capturados en el Imperio Persa. Es probable que por lo menos parte de
la fortuna enterrada en Sinanpaşa haya tenido su origen en esos pagos.
Puede encontrarse una discusión detallada de este tesoro y
de su importancia histórica en el reciente libro de Peter Thonemann, TheHellenistic World. Using Coins as Sources.
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