lunes, 23 de septiembre de 2019

Otro medallón de Constante triunfando sobre los bárbaros


Celebrando la victoria sobre los francos del 342 d.C.


En una entrada reciente, presentaba un exquisito medallón de oro del emperador Constante en el que éste celebraba su gran victoria sobre los francos del año 342. Fue acuñado en números muy reducidos en Aquileya como premio para altos oficiales del ejército y sólo dos han llegado hasta nosotros. 

El ejemplar cuya imagen encabeza esta entrada fue acuñado para destacar esa misma victoria, pero en plata, lo que hace que su valor fuera mucho menor. Se lo produjo en cantidades mayores en diversas cecas del imperio controladas por Constante (Aquileya, Tréveris, Siscia y Tesalónica). Probablemente también fue distribuido como premio, pero para soldados y oficiales de menor rango.

El anverso



El ejemplar de la primera fotografía fue acuñado en Siscia. Pesa 13,17 gramos y data probablemente de principios del 343. El segundo ejemplar, ilustrado sobre estas líneas, fue acuñado en Tesalónica y es un poco más liviano, 12,72 gramos.

En el anverso, vemos un magnífico busto de Constante con todos los rasgos clásicos del estilo constantiniano: el gesto adusto, los grandes ojos, el cabello laceo, la diadema de perlas, la coraza y el paludamentum.

La leyenda FL IVL CONS – TANS PIVS P F AVG identifica al soberano

El reverso


En el reverso encontramos la leyenda TRIVMFATOR – GENT – IVM BARBARARVM, “el vencedor de los pueblos bárbaros”, que coloca a Constante en la posición de gran defensor del imperio. Mientras que su hermano mayor Constancio II no podía mostrar logros significativos en su enfrentamiento contra los persas en el frente oriental, Constante podía hacer gala, además de su triunfo sobre los francos, de importantes victorias sobre los sármatas.



La leyenda es acompañada por una representación del emperador de pie en plena vestimenta militar y portando lanza y estandarte. En el primer ejemplar el estandarte cuenta con el símbolo cristiano conocido como crismón, lo que lo identifica como el labarum introducido en el ejército romano por Constantino I. En el segundo ejemplar, el crismón está ausente y el emperador sostiene un escudo en lugar de la lanza. Dos pequeñas variantes que no alteran significativamente el mensaje.

El nivel artístico del reverso es algo pobre. En el primer ejemplar hay un evidente esfuerzo por reducir el torso del emperador para que su cabeza no interrumpa la leyenda. El resultado es una figura desproporcionada. En el segundo, en cambio, el resultado es más equilibrado. En una apreciación global, no deja de ser un excelente ejemplo del arte numismático tardorromano.

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