Un amigo, Diego Márquez, de gran experiencia en numismática y un coleccionista de larga trayectoria, me comenta en un mail lo siguiente sobre el dupondio identificado en la última entrada de este blog (resumo sus comentarios):
El dupondio es falso, es una moneda obtenida de un molde de microfusión, el borde suavizado de las letras lo indica claramente, es una pieza de llavero. Lo mismo prueban las oquedades en la mejilla del retrato en el anverso. El mismo tipo de depresiones aparece en las columnas del reverso. Otra prueba son los rizos del pelo de Tiberio, son uniformes, esquemáticos, no son de un golpe de acuñación.
Creo que tenemos que rendirnos ante sus argumentos.
Publicado el sábado, 30 de mayo de 2009
viernes, 22 de mayo de 2009
Identificando un dupondio – Respuesta a Jairo de Panamá
Lamentablemente, me es imposible responder con rapidez a las consultas que llegan a la casilla de mail de mis blogs, pero me esfuerzo, sin embargo, por ir contestando -de a poco y en la medida de mis limitadas posibilidades- las preguntas que los lectores me hacen llegar.
Jairo me escribe desde Panamá y me envía las imágenes que acompañan esta entrada.
Sobre esta pieza comenta:
“se trata de un dupondio de Augusto, un dupondio equivale a dos ases o también a medio sestercio y se distingue del as por la corona radiada que tiene el busto de Augusto en la cabeza, por la ausencia de patina parece que sea de una aleación llamada oricalco, no es raro en esa época, pero lo más abundante es el bronce con sus características patinas verdes de distintas tonalidades.”
Se trata, en efecto, de un hermoso dupondio. Según lo que permiten juzgar las imágenes enviadas por Jairo, parece encontrarse en un muy buen estado de conservación y haber sido acuñado, tal como él afirma, en oricalco. Pero se trata de una moneda posterior a la muerte de Augusto, como lo señala el adjetivo “divus” en la leyenda del anverso. Este adjetivo fue aplicado al emperador sólo tras su muerte y deificación por parte del senado, por lo que es un indicio seguro para la datación de esta pieza. Una búsqueda en el tomo 1º de Roman Imperial Coins nos permite alcanzar mayores precisiones. Este dupondio se ubica allí en el período comprendido entre los años 22 y 23 d.C., es decir, en el reinado de Tiberio, pues una datación exacta no ha sido posible. Se trata de una pieza dentro de una extensa serie de monedas conmemorativas producidas por este emperador en homenaje a su padre adoptivo y predecesor en el trono.
En el anverso vemos la cabeza del emperador Augusto con una corona de rayos y acompañada de la leyenda "divus Augustus pater". En el reverso, un templo de seis columnas y las letras SC, abreviatura de "senatus consultum".
Por supuesto, no puedo afirmar a partir sólo de la imagen que se trate de una pieza auténtica.
Publicado el viernes, 22 de mayo de 2009
viernes, 15 de mayo de 2009
“El oro del juramento” - Historia de la moneda romana 5° parte
Estatero "oro del juramento" - Crawford 28/1
La crisis militar de los primeros años de guerra contra Cartago
La Segunda Guerra Púnica representó la prueba más dura en el proceso de expansión militar romana. Por dieciséis años (216-202 a.C.), romanos y cartagenises se enfrentaron a todo o nada por la hegemonía en el mundo mediterráneo. La genialidad táctica y el inspirado liderazgo de Aníbal Barca colocaron a Roma al borde de la derrota. El brillante y osado cruce de los alpes y las geniales victorias en las batallas de Ticino,Trebia y el lago Trasimeno le dieron a los cartagineses una importante ventaja y dejaron a los romanos en una situación crítica. El senado reaccionó ante la grave situación nombrando en el año 217 a.C. a Fabio Máximo como dictador, quien inició una guerra de desgaste evitando un enfrentamiento directo en una batalla campal contra Aníbal. Fabio logró estabilizar la situación, pero ello promovió, en contra de su opinión y consejo, un cambio de política para el año siguiente. En el 216 a.C. los romanos pusieron en pie el mayor contingente militar de su historia hasta ese momento, ¡16 legiones, con sus unidades auxiliares correspondientes, totalizando unos 80.000 hombres!
Medio estatero "oro del juramento" - Crawford 28/2
El costo de la guerra y las innovaciones monetarias
El Estado romano se vio forzado a utilizar todos los recursos a su alcance para financiar el enorme esfuerzo militar de estos años, debiéndose, incluso, recurrir a prestamos de los principales ciudadanos y de aliados como Hierón de Siracusa.La crisis en las finanzas públicas ocasionada por los gastos militares se vio reflejada en una serie de devaluaciones, es decir, una serie de reducciones en el peso del aes grave, que llevarían finalmente al abandono del mismo como unidad central del sistema monetario -como veremos en una próxima entrega de esta serie-. Otra importante novedad, relacionada con este contexto, fue la acuñación de las primeras monedas romanas de oro, con la finalidad, indudablemente, de pagar a los tropas reunidas para las inminentes campañas. Las mismas se conocen, por el peculiar motivo de su reverso, como el “oro del juramento”. Se trata de una obra maestra de la propaganda política. Las bifronte cabeza del anverso es frecuentemente descrita como una representación de Jano pero, como señala acertadamente Crawford, el hecho de que se trata de rostros jóvenes sin barba hace más probable una identificación con los Dioscuros. El reverso muestra la escena del juramento de dos soldados, quienes colocan la punta de sus espadas sobre un cerdo sostenido por un tercer hombre en cuclillas. El hombre de la izquierda, barbado y sin armadura, representa a un aliado itálico, mientras que el de la derecha, sin barba y con armadura, es un soldado romano. El mensaje es claro, Roma le señala a sus aliados que la guerra contra Aníbal es un esfuerzo compartido. Se acuñaron dos piezas con el mismo motivo pero en diferentes denominaciones, un estatero de casi 7 gramos y un medio estatero de algo menos de 4 gramos. Imágenes de ambos tipos acompañan esta entrada.
Catástrofe y recuperación
Pese a los ingentes esfuerzos del Estado romano, la campaña del 216 a.C. representó el punto más crítico en la historia militar de Roma. La batalla de Cannas, peleada ese año, constituyó un punto de inflexión en la Segunda Guerra Púnica, fue la mayor victoria del brillante general cartaginés Aníbal Barca y una de las peores derrotas de las legiones romanas en toda su historia. A pesar de su inferioridad numérica, los cartagineses llevaron a cabo un genial movimiento envolvente. Los soldados romanos, atacados desde todos los frentes, fueron aniquilados en una matanza hasta entonces sin precedentes. La república lograría, sin embargo, reponerse de esta catástrofe y, eventualmente, ganar la guerra. Algunos años más tarde, cuando las perspectivas romanas ya comenzaban a parecer más favorables, se acuñó otra pieza de oro, esta vez con un valor asociado al sistema monetario romano, 60 asses. En el anverso vemos el rostro guerrero de Marte con un yelmo corintio y en el reverso un imponente águila con las alas desplegadas posada sobre el rayo de Júpiter. El mensaje aquí es de confianza en la victoria.
Moneda de oro - 60 asses - 211 a.C. aprox
Entradas previas de la serie "Historia de la moneda romana"
Sólido del último emperador romano- Rómulo Augústulo
Tradicionalmente se considera que la deposición del joven emperador Rómulo Augústulo en el año 476 de nuestra era señala el final del Imperio Romano de occidente y, con éste, el fin de la Antigüedad y el inicio de la Edad Media. En realidad se trató de un acontecimiento político de poca importancia al que sólo la mirada retrospectiva de los historiadores encumbró como una fecha trascendental en la historia occidental
El último emperador
El joven emperador, de tan sólo 15 años, era hijo del general (magister militum) Flavio Orestes y fue colocado en el trono por su padre, con el nombre de Rómulo Augusto pero, debido a su corta edad, fue llamado Augústulo. Siempre se ha destacado el hecho de que el último ocupante del trono romano llevara los nombres del fundador de la ciudad y de su primer emperador.
Rómulo Augústulo entrega las insignias del imperio a Odoacro
Cuando el general de los hérulos, Odoacro, depuso al joven emperador, la novedad fue que, en vez de colocar un sucesor de su gusto en el trono, reclamó para sí el título de rey de Italia.
Odoacro reconocía nominalmente la soberanía del emperador oriental Zenón, por lo que el imperio seguía, en teoría, existiendo. Hacía ya tiempo que el verdadero poder estaba en manos de los grandes generales y de los guerreros bárbaros, siendo los emperadores occidentales sólo figuras decorativas y simbólicas. Al dejar el trono imperial vacío, Odoacro sólo transparentaba una realidad política evidente.
Reconstrucción idealizada del retrato de Rómulo Augústulo basado en sus monedas
Rómulo Augústulo es una figura casi inasible. Uno de los pocos testimonios directos que conservamos de su breve reinado son las monedas que se acuñaron en Roma, Milán, Rávena y en la reducida parte de la Galia que todavía era controlada por los romanos.
El sólido cuya imagen encabeza esta entrada es un claro testimonio de la distancia existente entre la concepción del poder imperial vigente en la época y la realidad del mismo.
El adolescente Rómulo es representado en el anverso no con la usual efigie, sino con un imponente busto que lo representa como un guerrero con armadura completa, una lanza sobre el hombro y un escudo en su brazo izquierdo. La leyenda es tan larga (d n romvlvs - avgvstvs p f avg) que el final se superpone, en forma algo desprolija, con el escudo.
En el reverso encontramos una victoria alada sosteniendo la cruz. La leyenda la identifica como la victoria augusta. Se alude aquí al invicto poder imperial en una forma que no puede contrastar más con la realidad de indefensión y derrota representada por el todavía niño Rómulo. De hecho, estas monedas eran acuñadas para intentar apaciguar con ellas a las tropas bárbaras que, supuestamente, respondían al emperador.
Sólido de Odoacro
Las monedas de Odoacro y la continuidad del imperio
La periodización es uno de los problemas más complejos en la historia. Decir que la deposición de Rómulo Augústulo significó el fin de la Antigüedad es sólo una convención académica, el evento no fue percibido por sus contemporáneos como el final de una época. Al menos eso es lo que indican los testimonios disponibles, que ignoran el acontecimiento o le restan importancia.
Las monedas que Odoacro hizo acuñar como rey de Italia acentúan la continuidad con el régimen anterior. Como puede verse en la imagen que precede a estos párrafos, se trata de copias de las monedas de Rómulo Augústulo en las que su nombre a sido remplazado por el del emperador oriental Zenón. Es claro que su objetivo no era provocar la "caída del imperio".