Creo que los lectores regulares de este blog saben que me encuentro en Alemania, en la Universidad de Tübingen (mi alma mater), desde hace unos meses llevando a cabo actividades de investigación. En concreto, trabajo en un proyecto propio que se orienta a la historia de la Antigüedad tardía, más específicamente, del Bajo Imperio Romano. Las monedas son una fuente de enorme importancia para el estudio de este período y les he concedido especial atención en mi trabajo. Tübingen es un lugar excepcional para llevar adelante este proyecto, pues cuenta con excepcionales bibliotecas. En lo que se refiere a la numismática, tanto la biblioteca central, como las del Instituto de Historia Antigua y el de Arqueología Clásica cuentan con fondos muy completos. El instituto de arqueología posee, además, una colección de monedas antiguas muy importante que comprende unas 8.000 piezas griegas y unas 6.000 romanas.
Mi estadía en Tübingen llega a su fin y eso me mueve a la reflexión: El trabajo de investigación histórica relacionado con la numismática es en Alemania de gran calidad e importancia, su impacto en el ámbito del coleccionismo es, sin embargo, escaso.
El coleccionismo de monedas antiguas es una práctica que se ha difundido casi por todos los rincones del mundo. Es también un negocio mundial que mueve cifras siderales. Sin embargo, ese amplio universo de coleccionistas tiene, por lo general, pocos contactos con la producción y las tendencias de investigación que se desarrollan entre los especialistas de la historia antigua y la numismática.
El problema no radica, sin embargo, en mi opinión, tanto en los coleccionistas, como en los especialistas, y su incapacidad de transmitir los resultados de su trabajo en una forma clara y accesible para ese público entusiasta. Creo que se trata de una deficiencia seria que es primordial corregir.
El objetivo central de este blog, por lo menos, es realizar una pequeña contribución a acortar esa distancia e intentar transmitir a un público más amplio. Por otra parte, es mucho lo que el especialista puede aprender del coleccionista. Esa ha sido por lo menos mi experiencia en los ya más de dos años que llevo adelante este proyecto.