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miércoles, 12 de junio de 2019

Áureo de Alecto marca un nuevo record para una moneda de la Britania Romana


áureo de Alecto
Áureo de Alecto subastado en Inglaterra por 700.000 dólares

Un áureo del usurpador británico Alecto fue subastado por la casa Dix Noonan Web el 6 de junio de 2019 por un valor de 700.000 dólares (mucho más de los 90.000-130.000 estimados antes de la venta). Una fuerte competencia entre varios interesados subió el valor hasta convertirla en la moneda romana más valiosa acuñada en Inglaterra! La magnífica pieza había sido hallada en marzo de este mismo año por un aficionado con la ayuda de un detector de metales en un campo recién arado en Kent, en una zona próxima a una antigua vía romana.

Como de acuerdo a la legislación británica (la treasure act de 1996) para ser declarado como tesoro un hallazgo debe componerse de un mínimo de dos monedas, el descubridor pudo disponer libremente del hallazgo y el proceso de venta del ejemplar ha sido mucho más rápido de lo habitual.

Un usurpador poco conocido


Alecto no es precisamente una de las figuras más conocidas de la historia del Imperio Romano. Fue un usurpador que gobernó las provincias británicas y el norte de la Galia entre los años 293 y 296 d.C., hasta ser derrotado por Constancio Cloro. Alecto había sido el tesorero de Carausio, un oficial de la marina romana que había tomado el poder en el 286, pero en el 293 Alecto asesinó a su jefe y asumió él mismo el poder.

Por supuesto, por su breve reinado y escaso territorio, sus monedas son raras y muy codiciadas por los coleccionistas. Se conocen tan sólo 24 ejemplares de sus áureos, muchos de ellos en colecciones públicas como, por ejemplo, la del Museo Británico.

El áureo de Alecto subastado por 700.000 dólares en el momento de su hallazgo

Un áureo excepcional


En el anverso de este ejemplar vemos un busto laureado, drapeado y acorazado de Alecto hacia la derecha, acompañado de la leyenda IMP C ALLECTVS P F AVG .El reverso presenta, a su vez, una imagen de Sol invicto con corona radiada, con el brazo derecho levantado y un orbe en la izquierda. Está flanqueado por dos cautivos de rodillas. La leyenda reza  ORIENS AVG (el ascenso del emperador). El reverso lleva también la marca de ceca ML que indica que fue acuñada en Londres.

El Museo Británico posee otro áureo de Alecto con estos mismos motivos, una de cuyas caras fue producida con uno de los cuños utilizados para la encontrada ahora, lo que es una prueba irrefutable de su autenticidad.
La pieza se encuentra en excelentes condiciones, habiendo sufrido sólo algunos pequeños rayones en su superficie. De hecho, su grado de conservación es mejor que el de la que se conserva en el Museo Británico.

domingo, 9 de diciembre de 2018

Las monedas de Alejandro Severo con el coliseo

áureo de Alejandro Severo- Coliseo
Áureo de Alejandro Severo con representación del Coliseo en su reverso - 222 - 223 d.C.


El coliseo fuera de servicio


Si hay un edificio que en el imaginario moderno simboliza la grandeza del Imperio Romano, sin duda, este es el coliseo. Por ello su imagen es uno de los motivos más buscados en todo tipo de souvenirs por los turistas que visitan la ciudad eterna.

El coliseo ya tenía una importancia semejante es sus años de gloria, cuando era la pieza central del sistema de entretenimiento de la población de Roma. Por eso, cuando en el año 217 d.C., durante el breve reinado de un emperador llamado Macrino, el edificio fue golpeado por un rayo y sufrió un incendio que lo dejó fuera de servicio, la situación podía desencadenar una crisis política.

Los trabajos de reconstrucción fueron iniciados durante el reinado de Heliogábalo (el sucesor de Macrino) pero fue sólo en el de Alejandro Severo (para los años 222-223 d.C.) que los mismos habían avanzado lo suficiente como para que el edificio volviera a utilizarse para entretener a los habitantes de la capital.


Una serie de monedas conmemorando la reapertura


La reapertura del Coliseo era un logro del que cualquier emperador podía presumir. Con fines propagandísticos se acuñó entonces una serie de monedas representando al coliseo en funcionamiento.


Medallón de Bronce - Alejandro Severo - Coliseo
Sestercio o Medallón de Alejandro Severo con representación del Coliseo en su reverso - 222 - 223 d.C.

Debe haber sido una emisión pequeña, sólo destinada a los habitantes de Roma, pues muy pocos ejemplares han llegado hasta nosotros. Sólo se conocen dos áureos y unos pocos sestercios, que algunos autores consideran más propiamente como medallones por su rareza.

En ambos tipos de acuñaciones vemos al coliseo representado con gran lujo de detalle.

En el áureo los tres primeros pisos tienen arcadas con estatuas. El cuarto tiene sólo ventanas y de él se elevan los soportes de los toldos que protegían a los espectadores del sol. A la izquierda se ve también un altar con una estatua, y a la derecha una columna, que representa quizás el templo de Júpiter Víctor.


sestercio de Alejandro Severo con el coliseo

En los medallones, la representación tiene algunas pequeñas diferencias. No hay estatuas en las arcadas inferiores del coliseo. A la izquierda del coliseo puede verse, además, a la meta sudans, y al emperador realizando un sacrificio, motivos que no aparecen en los áureos, mientras que a la derecha se reconoce otro edificio además del templo de Júpiter Víctor.

Por su gran rareza e interés, estás monedas alcanzan valores muy elevados cada vez que una de ellas llega a subasta, lo que no sucede con frecuencia.

jueves, 20 de septiembre de 2018

Tabla básica para identificar monedas del Imperio Romano

Tamaño relativo de las monedas del Imperio Romano
La entrada de hoy está orientada a aquellos que recién están comenzando con las monedas romanas y quieren comenzar a familiarizarse con las distintas denominaciones del período.

Una de las primeras cosas que el principiante debe aprender, es a identificar los tipos de monedas más comunes. Teniendo en cuenta algunas características específicas, es muy fácil distinguir las denominaciones más importantes del Imperio Romano. Por supuesto, los romanos introducirían variaciones en sus monedas a lo largo del tiempo y varias reformas cambiarían los pesos teóricos de las diversas piezas, como así también la pureza de sus aleaciones. Ello hace imposible hacer una tabla exacta que permita una identificación exacta a partir sólo del peso y el diámetro de una pieza. Lo mismo puede decirse de los tipos de retratos usados en los anversos y de los tipos de reverso, que son muy variables. A pesar de que algunos tipos específicos son los más comunes en una denominación, siempre hay excepciones.

La siguiente tabla sintetiza la información básica. Los tamaños relativos de las distintas denominaciones pueden compararse con facilidad en la imagen que encabeza esta entrada.

El fin de la misma es, insisto, ante todo didáctico, para facilitar al que se inicia dar los primeros pasos en el tema hasta adquirir por la práctica la capacidad de identificar rápidamente y sin duda, primero las denominaciones, y luego los períodos y los emperadores y motivos representados.

Denomiación     
Peso
Diámetro
Metal
Anverso
Reverso
Áureo
aprox. 6,5 - 8,0 gr.
aprox. 20mm
oro
Emperador laureado o con la cabeza   descubierta. También miembros de la familia imperial.
motivos variados
Sólido
Aprox. 4,5 gr.
Aprox. 20mm
Oro
El motivo más   frecuente es el busto del emperador hacia la derecha con diadema, coraza y manto.
Otro motivo común es el busto frontal del emperador con yelmo y coraza, que se vuelve predominante desde el reino de Arcadio.
Motivos variados
Denario
aprox. 2,3 - 4,0 G
aprox. 18mm
Plata
Emperador laureado o con la cabeza   descubierta. También miembros de la familia imperial.
motivos variados
Sestercio
aprox. 15 - 28g
aprox. 30-34 mm
Latón o bronce
Emperador laureado o con la cabeza   descubierta. También miembros de la familia imperial.
Incluye en la mayoría de los casos las letras S C, aunque no siempre
Dupondio
aprox. 5 - 14 g
aprox. 29mm
Latón
Generalmente Emperador con corona de rayos (es norma uniforme desde el reinado de Vespasiano). También miembros de la familia imperial. Algunos dupondios tempranos muy famosos no presentan retrato
Incluye en la mayoría de los casos las letras S C, aunque no siempre
As
aprox. 5 - 14 g
aprox. 27mm
aleación de cobre
Emperador laureado o con la cabeza   descubierta.
Incluye en la mayoría de los casos las letras S C, aunque no siempre
Antoniniano
Es introducido con un peso de entre 5,3 y 4,5 g pero decae con el tiempo
Aprox. 21mm, con tendencia a la reducción con el paso del tiempo
Aleación con cantidad cada vez menor de plata hasta llegar a un vellón bajo con contenido insignificante de la misma
Busto del emperador con corona de rayos. También miembros de la familia imperial.
Motivos variados
Siliqua
Introducida con un peso de 3,4 g., pronto baja
Aprox. 18mm.
Plata
El motivo más   frecuente es el busto del emperador hacia la derecha con diadema, coraza y manto.
Motivos variados
Follis
Introducida con un peso de entre 10 y 12 g que pronto declina
Aprox. 26mm.
Vellón bajo
El motivo más frecuente es el busto de los emperadores con corona de laureles y coraza y/o manto.
Motivos variados
AE 1, 2, 3 y 4
Peso variable
Se las clasifica por su diámetro de la siguiente manera:
AE1 = más de 25 mm; AE2 = 21-25 mm; AE3   = 17-21 mm; AE4 = menos de 17 mm
Vellón bajo
Retrato del emperador
Motivos variados

lunes, 27 de agosto de 2018

Las hermosas monedas de Domiciano sobre los juegos seculares

Sestercio de Domiciano. 88 d.C. Reverso. Escena de entrega de ofrendas en el marco de los juegos seculares. Domiciano sentado en la plataforma baja con la inscripción FRVG AG, sosteniendo patera, frente a dos ciudadanos sosteniendo sus pateras; templo detrás. Leyenda: COS XIIII LVD SAEC A POP S C

Los juegos


En el año 88 d.C., el emperador romano Domiciano organizó la celebración de los juegos seculares (ludi saeculares), un tradicional festival religioso que implicaba diversos rituales y ceremonias que eran acompañados por espectáculos teatrales y juegos del circo. En teoría los ludi indicaban el final de un saeculum, un período de tiempo que podía interpretarse de diversas maneras como implicando 100 o 110 años, o la duración máxima de una vida humana.

Augusto había celebrado los ludi en el 17 a.C., transformando la ceremonia en un hito para señalar el comienzo de una era de paz y prosperidad bajo su gobierno. Claudio los celebró nuevamente en el 47 d.C. para conmemorar el 800° aniversario de la fundación de Roma. Domiciano los celebró en el 88 teniendo en cuenta el plazo de tiempo transcurrido desde la celebración de los juegos de Augusto, desechando considerar a los juegos de Claudio como un precedente.

Áureo de Domiciano 88 d.C. Anverso: Busto laureado del emperador hacia la derecha. Leyenda: DOMITIANVS AVGVSTVS GERMANICVS. Reverso: Heraldo de los juegos seculares (ludio) avanzando hacia la izquierza sosteniendo bastón y escudo. Leyenda: COS XIIII LVD SAEC FEC.


Un serie de monedas alusivas


En paralelo al evento, la ceca de Roma emitió una serie especial de monedas con reversos alusivos a los ludi y sus principales rituales en todas las denominaciones, que interrumpió la repetición de los tipos habituales que se habían acuñado y se seguirían acuñando durante todo el reinado de Domiciano, centrados en torno a Minerva, Fortuna, Virtus, etc. Los reversos vienen acompañados de la leyenda LVD(os) SAEC(ulares) FEC(it) en diversas variantes (RIC 2, 595-628).

Una serie tan amplia de tipos de reverso en referencia a un acontecimiento contemporáneo era una novedad sin precedentes en la tradición monetaria romana que merece especial atención. Se trata de un total de 15 tipos de reverso divididos entre áureos, denarios, un quinario de plata, sestercios, dupondios y asses.

Algunos de los reversos más importantes de la serie de monedas acuñadas por Domiciano en referencia a los juegos seculares, que muestran al emperador interactuando con los ciudadanos de Roma en los diferentes rituales llevados a cabo durante los ludi.


Como ha demostrado M. Grunow Sobocinski, los reversos alusivos a los ludi componen un programa completo destinado a cubrir múltiples aspectos de la celebración con tipos diferentes orientados probablemente a audiencias específicas. En su opinión, las imágenes de cada denominación parecen tener su propio tema general y tipo arquitectónico.

El oro y la plata repiten la iconografía usada por Augusto en sus monedas para ilustrar sus propios Ludi Saeculares: el cippus y el ludio. Estos tipos simbólicos estaban dirigidos a una audiencia de los sectores más acomodados, los únicos que tal vez estuvieran en condiciones de decodificar la referencia a las monedas de Augusto.

Dupondio de Domiciano 88 d.C. Reverso: Heraldo sosteniendo escudo y bastón, de pie a la izquierda de columna inscripta LVD SAEC FEC; quemador de incienso a la derecha. Leyenda: COS XIIII LVD SAEC FEC S C.


Todos los tipos narrativos, por el contrario, están acuñados en bronce. Los sestertii muestran principalmente al emperador interactuando con los ciudadanos de Roma, generalmente frente a un templo de fachada y flanco de estilo tetragonal. Las monedas de bronce más pequeñas, los dupondios y los asses, por su parte, representan al emperador sacrificando a los dioses en nombre del pueblo romano. Grunow Sobocinsky señala acertadamente que estas monedas narrativas enfatizan el papel del emperador como líder y sumo sacerdote de los romanos.

Referencias


Melanie Grunow Sobocinski ,”Visualizing Ceremony: The Design and Audience of the Ludi Saeculares Coinage of Domitian”, American Journal of Archaeology, Vol. 110, No. 4 (Oct., 2006), pp. 581-602.

domingo, 24 de junio de 2018

Flavio César – un heredero olvidado de Domiciano

áureo de Domicia con su hijo sobre globo rodeado por siete estrallas
Áureo 7,74gr - Anverso: busto drapeado de Domicia a la derecha - DOMITIA AVGVSTA IMP DOMIT. Reverso: infante desnudo sobre globo rodeado de siete estrellas DIVVS CAESAR IMP DOMITIANI F. RIC 152

Domiciano fue el último emperador de la dinastía Flavia, tras su padre Vespasiano (69-79 d.C.) y su hermano Tito (79-81 d.C.). Su reinado fue largo (81-96 d.C.) y estuvo marcado por importantes hitos, como la celebración de un triunfo sobre los germanos en el 83 d.C. y de los juegos seculares en el 88 d.C.

Al momento de ascender al trono, Domiciano se encontraba casado con Domicia Longina, hija del gran general Domicio Corbulón, que se había distinguido combatiendo en Armenia durante el reinado de Nerón y había sido obligado a suicidarse en el 67 d.C. por las dudas del emperador sobre su lealtad. El matrimonio tenía un pequeño hijo, Flavio César, cuya fecha de nacimiento no conocemos con precisión, probablemente alrededor del año 80 d.C. o poco antes.


El niño falleció poco después de que Domiciano heredara el trono y el emperador se ocupó de que el senado lo incluyera entre los dioses. Para conmemorar el hecho, se acuñó una serie de hermosos y originales áureos y denarios que combinan en el anverso el retrato de Domiciano o de Domicia (con un peinado que recuerda al de las Agrippinas) y en el reverso una representación del pequeño sobre un globo del orbe y rodeado de siete estrellas. La leyenda del reverso destaca la condición de “divo” del infante “DIVVS CAESAR IMP DOMITIANI F”.

El motivo es único por su diseño en la historia de la moneda romana. Un atractivo homenaje para un fugaz heredero al trono que ha servido para rescatar su memoria del olvido.


Tras la muerte del niño hubo un distanciamiento entre Domiciano y su esposa. Aparentemente el mismo fue el producto de un romance de Domicia con un actor llamado París, que fue asesinado por orden del emperador. El emperador inició entonces una larga relación con su sobrina Julia, la hija de Tito.

sábado, 7 de abril de 2018

Las monedas del emperador Claudio para la guardia pretoriana


El asesinato de Calígula y el ascenso de Claudio al trono imperial


Los testimonios antiguos presentan de manera unánime una imagen muy negativa de Calígula. Con el paso del tiempo su conducta como emperador parece haberse vuelto cada vez más violenta e impredecible. Numerosos senadores y caballeros fueron acusados en procesos de lesa majestad, condenados por las razones más triviales y ejecutados de las maneras más crueles imaginables. Según Suetonio, Calígula afirmaba “no importa que me odien siempre y cuando me teman” (oderint, dum metuant, Suet. Cal. 30.1). No sorprende en consecuencia que se formaran diversas conspiraciones para eliminar a quien por lo menos la gran mayoría de las elites consideraban un tirano. En el año 41 d.C. Calígula fue finalmente asesinado por integrantes de la propia guardia pretoriana. Su esposa y pequeña hija también fueron eliminadas.

Según la historia transmitida por los autores antiguos, en la confusión que siguió al asesinato, Claudio, el tío de Calígula, fue descubierto escondido tras una cortina en el palacio por un pretoriano, quien lo aclamó como emperador. El soldado lo trasladó inmediatamente al campamento de la guardia, donde fue reconocido por el resto de la unidad. Cuando el senado fue informado de estos acontecimientos, se apresuró a reconocer a Claudio como nuevo soberano.



A pesar de pertenecer a la familia imperial, hasta ese momento Claudio había representado un papel insignificante en el vida política romana. Era el hijo de Claudio Druso Nerón y de Antonia, el nieto de Marco Antonio y de Livia, el hermano del popular Germánico y, sin embargo, una serie de enfermedades y defectos físicos durante su temprana niñez (aparentemente era cojo y tartamudo) convencieron a sus padres de que no se encontraba capacitado para llevar adelante una carrera pública y de que debía permanecer recluido en palacio llevando la vida de un simple particular. Claudio se concentraría entonces en el único campo de acción que le quedaba disponible, el de los estudios históricos y literarios. Con el tiempo, la decisión de su familia se revelaría como una ventaja, pues sin duda fue lo que le permitió sobrevivir cuando tantos de sus parientes caían víctimas de las intrigas y luchas por el poder. Nadie lo consideró un verdadero rival por el trono y por ello nadie sintió la necesidad de quitarlo del camino.


Las monedas de Claudio para la guardia pretoriana


Claudio fue el primer emperador romano en deber su ascenso al trono exclusivamente a la guardia pretoriana. Consciente de su deuda, Claudio acuñaría dos interesantes tipos de reverso de áureos y denarios en honor de estos soldados.

Uno de ellos muestra una de las primeras representaciones artísticas de un campamento romano. Vemos allí una imponente muralla con almenas, torres, puertas en forma de arco, y un par de columnas que sostienen un frontón. En el centro de la escena puede reconocerse a un pretoriano monta guardia, y sobre la muralla puede leerse la inscripción IMPERator RECEPTus, que hace referencia al hecho de que Claudio fue recibido en el campamento en el momento de su elevación.

El acontecimiento es también reflejado por un segundo reverso en el que puede verse al emperador vistiendo la toga y estrechando la diestra de un pretoriano, que porta en su otra mano el estandarte del águila. La escena está enmarcada por la leyenda PRAETORianus RECEPTus (in fidem), que hace referencia al juramento de fidelidad de las tropas.

Es muy probable que estas monedas hayan sido acuñadas específicamente para pagar el donativo sin precedentes de 15,000 sestercios que Claudio les había prometido a los pretorianos en el momento de su elevación; se nos dice que continuó dando a cada soldado un pago de 100 sestercios anuales durante todo su reinado. El posicionamiento de los pretorianos como los verdaderos electores del emperador sentaría un precedente de enorme importancia histórica.

sábado, 16 de diciembre de 2017

Fantástico áureo de Gneo Domicio Ahenobarbo (bisabuelo del emperador Nerón)

áureo de Domicio Ahenobarbo 41 a.C.

Gneo Domicio Ahenobarbo formaba parte de una distinguida familia aristocrática romana. Su padre había muerto combatiendo contra Julio César en la batalla de Farsalia del 48 a.C. Según algunas fuentes, Domicio fue uno de los conspiradores que participaron del asesinato de Julio César en el 44 a.C. Sea como fuere, lo que sí es seguro es que acompañó a Bruto y Casio en su marcha hacia Oriente y ellos le confiaron el mando sobre la flota republicana.

Cuando los triunviros Marco Antonio y Octavio marcharon a Grecia para enfrentarse contra Bruto y Casio, obtuvieron una victoria decisiva en la batalla de Filipos del 42 a.C., perdiendo los dos últimos la vida. Domicio, sin embargo, obtuvo una resonante victoria naval contra las fuerzas de los cesarianos y siguió resistiendo por algún tiempo, hasta negociar su rendición con Marco Antonio.

Para realizar los pagos a sus hombres, Domicio acuñó en el año 41 a.C. llamativos áureos y denarios. Los motivos de ambos tienen un denominador común, el homenaje a Neptuno como dios de los mares y protector de la flota comandada por Domicio.

áureo de Domicio Ahenobarbo 41 a.C. reverso

Los áureos son especialmente interesantes, en ellos vemos en el anverso un retrato que es probablemente el del propio Ahenobarbo. Se trata de una representación realista de un hombre algo gordo y con una avanzada calvicie. El reverso, por su parte, muestra el templo de Neptuno en Roma y la leyenda CN. DOMITIUS. L. F. IMP. (Gnaeus Domitius hijo de Lucius, Imperator). Es probable que ese templo hubiera sido construido o restaurado por un antepasado de Domicio.

Lo llamativo es que en el reverso el templo aparece representado como si fuera observado desde un ángulo oblicuo, con una perspectiva que hace hincapié en el carácter tridimensional del edificio. Ello es poco común en las monedas romanas que representan templos, en las que generalmente vemos sólo el frontispicio plano. 

Domicio abandonaría a Marco Antonio justo a tiempo antes de la batalla de Accio. Moriría, sin embargo, sólo unos pocos días más tarde. Sus descendientes se unirían por matrimonio a la familia de Augusto y de esa forma el bisnieto de Domicio llegaría al trono romano siendo hoy conocido como Nerón.

jueves, 16 de noviembre de 2017

Julio César y la introducción del áureo en el sistema monetario romano

áureo de Julio César Crawford 452
Áureo de Julio César, acuñado en ceca móvil que acompaña a su ejército circa 48-47 a.C.

Tras su triunfo sobre Pompeyo en la guerra civil entre los años 49 -46 a.C., Julio César se transformó en el dueño único del destino político de la república romana. Fiel a su estilo, César aprovechó su poder para introducir reformas en los más diversos planos de la ley, la sociedad y las costumbres, llegando incluso a modificar el tradicional calendario romano.

Uno de los ámbitos en los que se desplegó el celo reformista de César fue el monetario. César reformó el colegio de los monetales elevando su número de tres a cuatro por razones que no están del todo claras, pero que, posiblemente, se relacionan con las crecientes necesidades burocráticas de los grandes volúmenes de monedas que comenzaron a emitirse en esos años. En efecto, los enormes botines obtenidos en las campañas de las guerras civiles le permitieron a César acuñar monedas en cantidades nunca vistas. En su triunfo, por ejemplo, César hizo desfilar un tesoro de oro y plata equivalente a 20.000.000 de áureos y 436.800.000 denarios, repartiéndose dos tercios de estas sumas a sus tropas como donativos y a los habitantes de Roma.

La introducción del áureo


Una novedad particularmente importante de la política monetaria cesariana, fue el uso sistemático del áureo, una política que prefigura a la de Augusto. César fijó el estándar para esta moneda en 1/40 de la libra romana (unos 8 gr.) y fijó la tasa de cambio en 25 denarios por áureo. Probablemente, el áureo cesariano tuvo éxito porque reproducía las características generales de las estateras macedónicas que habían circulado como divisa internacional por mucho tiempo en el mundo mediterráneo. Por un siglo, tanto los herederos de César, Marco Antonio y Octaviano, como sus asesinos, Bruto y Casio, y los emperadores de la dinastía Julio-claudia acuñarían áureos siguiendo el estándar cesariano.

Denario de Julio César, acuñado en ceca móvil que acompaña a su ejército circa 48-47 a.C

La designación áureo (aureus) es utilizada tanto en las fuentes antiguas como por los numismáticos modernos. Su nombre oficial completo no era nummus aureus, como con frecuencia se supone, sino curiosamente, denarius aureus, ya que las monedas de oro parecían "denarios hechos de oro" debido a su tamaño.


Inicialmente, César siguió el modelo de L. Cornelio Sila bastante de cerca. Una primera emisión de áureos denarios y quinarios (Crawford 452) fue acuñada por la ceca móvil que acompañaba a sus fuerzas entre los años 48-47 a.C. Los áureos se acuñaron en escasa cantidad y solo unos pocos especímenes han llegado hasta nosotros. Parece haberse utilizado un estándar más pesado del que se aplicaría a las emisiones posteriores. Los denarios y quinarios son mucho más comunes y llevan los mismos diseños de los áureos.


Áureo de Julio César, acuñado en ceca móvil que acompaña a su ejército circa 47 a.C

En el anverso de estas monedas vemos una figura femenina hacia la derecha con diadema y corona de roble que porta además pendientes y un collar de perlas. Las interpretaciones más probables son que se trata de Venus, de Pietas o de Clementia. Tras la cabeza puede verse una marca de control LII. En el reverso se encuentra representado un trofeo militar con un escudo galo y un carnyx. A la derecha se encuentra un hacha. El reverso lleva, además, la leyenda CAESAR. Ambas caras tienen una grafila de puntos.

Si bien el anverso es más difícil de interpretar, el reverso es una clara alusión a las victorias de César en la Galia. Ello era importante en el contexto de las guerras civiles porque uno de los puntos centrales de las críticas de sus enemigos era que César había actuado sin autorización y en su propio beneficio al atacar a los galos. El general les recordaba con estas piezas a sus soldados que el triunfo había sido en beneficio de Roma y de ellos mismos, que habían compartido con él los honores de la victoria.

En el año 47 a.C. se llevó a cabo una segunda emisión (Crawford 456), ahora exclusivamente de áureos, también en una escala reducida. Se adoptaron para ésta diseños completamente nuevos. En el anverso vemos el hacha y el culullus (un pequeño recipiente con forma de cuerno), mientras que en el reverso vemos la jarra y el lituus dentro de una corona de laurel. Todos estos objetos eran emblemas de la posición de pontífice máximo. La gran innovación en estos áureos se encuentra en las leyendas. CAESAR – DICT en el anverso e ITER en el reverso, que indican que César ya había asumido la dictadura por segunda vez.

La gran emisión de áureos del 46 a.C.


En el 46 a.C. César hizo acuñar una tercera emisión de áureos (Crawford 466), mucho más numerosa que las precedentes. Estas monedas, producidas en Roma, están firmadas por el pretor Aulus Hirtius y portan en el anverso la leyenda CAESAR COS TER que permiten datarlas con seguridad en ese año. Estas monedas fueron producidas en el año que vio, en septiembre, la celebración fastuosa de los cuatro triunfos de César sobre Galia, Egipto, Farnaces y África.




La tradición literaria romana conserva los relatos bastante detallados de los aspectos financieros de las festividades: según Apiano (civ 2.102.421ss.), 65,000 talentos en moneda y 2,822 coronas de oro que pesaban 20,414 libras se expusieron al público en las procesiones. En esta ocasión, César pagó enormes sumas de dinero a su ejército y al pueblo: 400 sestercios a cada ciudadano y 20,000 a cada soldado raso; los rangos superiores por supuesto recibieron sumas mucho mayores. Dadas las enormes sumas necesitadas para estos festejos era mucho más eficiente acuñar áureos que denarios.

En el anverso de estos áureos vemos la cabeza de una figura femenina velada, probablemente Vesta, mientras que el reverso nos muestra el hacha, la jarra y el lituus, los símbolos del pontífice máximo. La leyenda de anverso C·CAESAR COS·TER identifica el tercer consulado de César y la de reverso A·HIRTIVS·PR que designa al magistrado que tuvo a su cargo la acuñación.

La acuñación de nuevas emisiones de áureos (más reducidas) en los años siguientes deja en claro que las monedas de oro no habían sido producidas sólo por una conveniencia del momento, sino que las autoridades cesarianas tenían el objetivo de alterar el sistema monetario tradicional, promoviendo al oro al rango de una moneda estándar.