domingo, 30 de diciembre de 2018

Valor de monedas antiguas - 10 factores clave que lo afectan

Resumen de los factores analizados en esta entrada

El valor de las monedas antiguas ejerce una fascinación especial. Las entradas sobre este tema se encuentran siempre entre las más visitadas del blog. También recibo infinidad de consultas de personas que quieren saber cuánto vale su moneda y por qué vale lo que vale. 

Quienes busquen saber cómo pueden formarse una idea aproximada del valor de su moneda pueden leer esta otra entrada con algunos consejos generales. Aquí quiero profundizar sobre un aspecto un poco más técnico, cuáles son los factores o características más importantes de una moneda antigua a la hora de determinar su valor.


Primero una aclaración importante: Valuación de monedas antiguas vs. valuación de monedas modernas


Primero aclaremos, ¿a qué llamo aquí una moneda antigua y a qué una moderna? Muy fácil. Llamo antiguas a las monedas acuñadas individualmente mediante el golpe de un martillo sobre el cuño y modernas a las acuñadas con máquinas, desde la invención de las primeras prensas de monedas en el siglo XVI.

Esta diferencia en la forma de producción tiene como resultado que cada moneda antigua es una pieza absolutamente única que puede diferir considerablemente en peso, aspecto y otras características de monedas de la exacta misma emisión. Las monedas modernas por el contrario, gracias a su producción mecánica, son generalmente mucho más uniformes.

La consecuencia es que determinar el valor de una moneda antigua puede ser más difícil que el de una moneda moderna. En el caso de estas últimas, los factores clave a tener en cuenta son, sobre todo, tres: la rareza, la denominación y el grado de conservación. Esos tres factores son también, por supuesto muy importantes en el caso de las monedas antiguas, sólo que es necesario tener en cuenta también a muchos otros.

A continuación presento una lista con algunos de los factores más importantes. Podemos dividirlos en dos grandes grupos. Primero, los factores físicos, que hacen a la materialidad de la moneda y su condición. Segundo, los factores de mercado, que se refieren a la forma en que una moneda es percibida por los coleccionistas.

Los factores que afectan el valor de una moneda antigua


A – Factores físicos

 
Sestercio de Adriano con una conservación excepcional

1) Grado de conservación:


El grado de conservación hace referencia al estado general en que se encuentra una moneda respecto del que tenía al momento de su acuñación. Es decir, que se refiere al desgaste que afecta a los motivos en su superficie.

Por supuesto, ese desgaste se encuentra en relación directa con el tiempo que la moneda permaneció en circulación. Muchas de las monedas que han llegado hasta nosotros del mundo antiguo permanecieron en circulación por bastante tiempo y sufrieron procesos de desgaste variables. Las piezas que se conservan en su estado original o cerca del mismo son, en consecuencia, raras y codiciadas. Las rayas o cortes que una moneda haya recibido posteriormente a su acuñación afectan considerablemente su gradación. El valor de dos monedas iguales puede variar de manera increíble según su diferente conservación. Podéis ver un ejemplo en esta otra entrada.


2) Acuñación:


Como señalé más arriba, las monedas contemporáneas se fabrican en prensas mecánicas que garantizan una alta calidad y una completa uniformidad. En la antigüedad, las monedas eran acuñadas golpeando el cospel metálico entre dos cuños con un martillo. Si bien este trabajo era llevado a cabo por equipos de artesanos profesionales, el resultado no era siempre perfecto y en muchos casos los motivos aparecían descentrados o no se trasladaban de forma correcta al cospel.

Por otra parte, el desgaste de los cuños iba produciendo acuñaciones cada vez más débiles. En ocasiones, los cuños se seguían usando a pesar de presentar grietas o roturas, lo que es claramente visible en la superficie de las monedas acuñadas con ellos.

Las diferentes calidades de acuñación resultantes pueden afectar el precio de una moneda de manera considerable.


Óbolo ateniense con cospel irregular

3) Cospel:


Los cospeles también eran producidos de manera artesanal, los que resultaba en importantes variaciones de peso y forma. Cospeles rotos o muy por debajo del peso promedio esperable afectan negativamente el valor de una moneda, lo mismo sucede cuando su forma es excesivamente irregular o cuando las características de su superficie no permiten una transmisión adecuada del motivo del cuño a sus caras. Por el contrario, cospeles uniformes y de buen peso afectan positivamente el valor.


4) Calidad del metal:


Monedas cuyo metal no presente la pureza esperable para ese tipo o que presenten un nivel elevado de porosidad, corrosión u otro daño semejante en su superficie siempre pierden valor respecto de un ejemplar promedio.

Sestercio de Septimio Severo con espectacular pátina verde

5) Pátina y entonación:


La pátina es una película que se forma en la superficie de las monedas de cobre o sus aleaciones como resultado del proceso de oxidación. Se denomina entonación a las coloraciones que asumen por su antigüedad las monedas de plata. Por supuesto, las monedas de oro están excluidas ya que (salvo circunstancias excepcionales como las de los áureos del Boscoreale) es un metal que no se oxida.

La pátina y entonación de una moneda son un reflejo de su antigüedad y, por lo tanto, son muy buscadas por los coleccionistas. Una pátina atractiva siempre añade atractivo estético y valor a una moneda. Lógicamente, una moneda cuya pátina ha sido dañada o removida puede perder casi completamente su valor.



B – Factores de mercado


6) Proveniencia y pedigrí:


De la gran mayoría de las monedas antiguas no se conoce su origen, por lo que los pocos ejemplares que pueden rastrarse hasta un tesoro famoso pueden cotizarse más que otro igual pero sobre el que no se tenga esa información.

Lo mismo sucede con aquellas monedas que cuentan con un pedigrí de haber sido vendidas en subastas importantes y de haber formado parte de colecciones famosas. Los coleccionistas siempre están dispuestos a pagar un poco más por ellas, sobre todo porque eso se percibe como una garantía sobre su autenticidad y como un juicio confiable sobre su calidad.


7) Rareza:


Nunca se ha realizado un censo completo o mínimamente representativo de las monedas antiguas en colecciones privadas, por lo que nadie sabe con absoluta certeza cuántos ejemplares existen de un determinado tipo. Para la moneda del Imperio Romano se cuenta con las indicaciones de rareza en el Roman Imperial Coinage, que se basan en un estudio de las colecciones de museos europeos en la época en que se redactaron los diferentes volúmenes. En muchos casos sin embargo, los hallazgos de las últimas décadas han alterado de manera considerable el panorama allí representado.

La rareza de las monedas antiguas en la actualidad refleja, obviamente, aunque no de manera exacta, la rareza de las monedas en su época, por lo que el estudio de la composición de algunos tesoros antiguos (que -como el de Reka Devnia- son lo suficientemente grandes como para considerarse muestras representativas) permite elaborar tablas de rareza para algunos períodos.

Más allá de todo lo dicho, es necesario tener en cuenta que un nuevo hallazgo puede alterar completamente la situación y volver algo más común una moneda que hasta entonces era extremadamente rara, como sucedió, por ejemplo, con los octodracmas de Arsinoe II.

En todo mercado, la rareza representa una restricción de la oferta. Si existe una demanda, entonces los interesados deberán competir entre sí para poder acceder a una de las escasas piezas disponibles y ello elevará el valor.


8) Importancia Histórica:


Una de las principales razones por las que las monedas antiguas son coleccionadas es porque son testigos de épocas pasadas distantes en el tiempo. Por ello, cuando una moneda está asociada a acontecimientos, lugares, construcciones o personajes históricos de gran relevancia, entonces su valor sube, pues ese es uno de los factores que más atraen el interés de los coleccionistas.


9) Atractivo estético:


Las monedas antiguas presentan, en comparación con las modernas, una mucha mayor variedad de tipos y motivos, algunos muy elaborados. Como resultado, hay monedas que pueden considerarse como verdaderas obras de arte, cuyos cuños fueron grabados por verdaderos maestros a la altura de los más grandes genios artísticos de la historia universal y eso las hace muy atractivas para los coleccionistas, por lo que su valor sube.


10) Relevancia para los coleccionistas:


Dejo para el final el factor más difícil de ponderar. Todas las características de una moneda son muy importantes y afectan su valor, pero dependiendo siempre de cómo son percibidas por los coleccionistas. Este es, en consecuencia, el factor determinante en última instancia, porque los intereses de quienes coleccionan monedas pueden ser muy diferentes y cambiar con el tiempo. En la numismática existen modas como en cualquier otra actividad humana. Hay épocas y culturas que son más coleccionadas que otras y ello determina la demanda y, en consecuencia, el precio.

Podría incluir más factores y hacer una lista más larga, pero creo que los diez mencionados cubren lo más importante. Cada moneda puede ser valorada en relación con cada uno de estos factores y el resultado afectará positiva o negativamente la valuación total de la misma.


martes, 25 de diciembre de 2018

Como saber el valor (aproximado) de una moneda antigua


valuación de monedas antiguas
¿Cómo saber el valor de una moneda antigua?

Permanentemente recibo consultas de personas que quieren saber el valor de una moneda que poseen. Ya que no me es posible, por cuestiones de tiempo, responder individualmente a todas las preguntas de este tipo que recibo, redacté hace ya unos años la primera versión de esta entrada para contar con un texto estándar al que derivar a los que me preguntaban. Ahora he actualizado diversos datos y links y vuelvo a publicarla para que cumpla la misma función de dar respuesta a las consultas.

Aclaraciones generales – valuación, valor de mercado y valor de venta

La valuación de una moneda


En primer lugar, tengo que comenzar con una aclaración sumamente básica. El valor de una moneda, como el de cualquier bien, deriva del juego siempre variable de la oferta y la demanda en un mercado. Por ello, toda valuación tiene siempre un componente subjetivo muy importante y es provisoria.

Los factores que afectan el valor de una moneda son complejos, así que os recomiendo primero la lectura de esta entrada al respecto: Valor de monedas antiguas - 10 factores clave que lo afectan.

Una valuación no es más que una estimación. El valor real de una moneda será en última instancia aquel por el cual se lleva a cabo una operación de compra/venta.

Valor de mercado y valor de venta




Es muy importante, además, tener en cuenta que si logramos identificar el “valor de mercado” aproximado de una moneda, ello no significa que sea posible obtener ese monto mediante su venta. Este es el caso si debemos recurrir a un intermediario, es decir a un comerciante o a una casa de subastas.

Un comerciante numismático siempre ofrecerá una cifra sensiblemente menor al ”valor de mercado” de una moneda (generalmente un 50% menos), pues él pretende hacer una ganancia mediante la reventa. El porcentaje puede parecer alto pero no lo es si tenemos en cuenta que es muy probable que venderla tome un tiempo considerable y que requerirá esfuerzo y conocimiento.

La alternativa es la consignación de la pieza a un comerciante especializado (muchos ofrecen este servicio, por lo menos a sus clientes) o a una casa de subastas (esto sólo es posible por lo general en el caso de monedas de mayor valor e interés). Además, el proceso de venta demorará por lo menos algunos meses y el valor final a obtener es incierto pues depende del resultado de la puja entre los eventuales interesados. También puede suceder que no haya interesados y que el lote quedé sin vender.

valor de monedas antiguas precio de monedas


El valor de una moneda antigua - Conseguir una opinión fundada


Es muy difícil que una persona sin conocimientos del mercado numismático pueda ofrecer una estimación adecuada del valor de una moneda antigua. Por ello, lo mejor que puede hacerse es recurrir a una persona que cuente con esos conocimientos.

¿Dónde puede encontrársela? Lo más fácil es recurrir a una tienda numismática o especializada en bienes coleccionables, a un club o asociación numismática, o a una casa de subastas. En algunos países es posible consultar, además, instituciones públicas como museos, institutos o asociaciones. En todos estos lugares puede, además, obtenerse por lo menos una opinión sobre si la pieza en cuestión es auténtica.

Por supuesto, muchos no cuentan con la posibilidad de acceder con facilidad a ninguna institución del tipo señalado, especialmente en Latinoamérica, donde son mucho menos comunes que en España y otros países europeos o en los EE.UU. (Quienes viven en Argentina, Brasil, Chile, Paraguay, Uruguay o Cuba pueden consultar esta lista de tiendas numismáticas).

Realizar una consulta de este tipo puede, además, implicar ciertos costos, por lo menos de viaje. Internet puede, en ese caso, ser de ayuda, pero sólo como una primera aproximación al problema, para ver si la moneda que tenemos amerita mayores esfuerzos y gastos para conseguir la opinión de un experto. 

Existen sitios web que ofrecen evaluar una moneda a partir de una fotografía de la misma. Es importante destacar que cualquier análisis y valuación seria de una moneda puede hacerse sólo a partir del estudio del original y no de una fotografía y descripción, por precisas que éstas puedan ser. El análisis de una fotografía puede, sin embargo, ser un punto de partida para determinar si la pieza justifica un análisis más exhaustivo.

Buscar información en la web


El primer paso para formarse una idea del valor de una moneda antigua es lograr una identificación precisa de la misma, es decir, su denominación, datación, etc. Es, ciertamente, el paso más difícil. Si carecemos de todo detalle al respecto, lo mejor será consultar con alguien que tenga algún conocimiento general.

Tasación de monedas antiguas

Algunos grandes catálogos digitales online cuentan con buscadores  que pueden ayudar a identificar una moneda y a formarse una primera idea de su posible valor. En mi opinión los catálogos más útiles son los siguientes:

En español:

Wikimoneda (que tiene un muy útil buscador)

En inglés la oferta es mucho más amplia:

acsearch (es el más práctico, porque es básicamente un buscador de resultados de subastas, pero requiere de una suscripción para conocer los valores)

La mayoría de estos catálogos incluyen información sobre los valores alcanzados por las piezas respectivas en subastas organizadas por las grandes casas numismáticas del mundo. Por lo general, en ellos se encuentra representado el sector más destacado del mercado numismático.

También puede ser muy útil consultar los resultados de subastas ya completadas en el sitio sixbid. Sixbid no es un catálogo, es la mayor plataforma para participar online de las subastas numismáticas más importantes del mundo. Su utilidad deriva de que incluye información sobre los precios alcanzados en las subastas ya terminadas.

Si es posible identificar nuestra moneda y encontrar el valor alcanzado por otro ejemplar semejante, eso nos proporcionará un importante punto de referencia sobre el valor de nuestra pieza. Es importante tener en cuenta, sin embargo, que aun pequeñas diferencias entre dos ejemplares de una misma acuñación pueden hacer que su valor cambie muy significativamente. Lo más importante son las diferencias en el grado de conservación, es decir, su gradación.


Gradación


Para poder estimar mejor el valor de una moneda antigua es necesario determinar, además, aunque sea en modo aproximado, su grado de conservación o, como suele denominarse esto en el mundo de la numismática, su gradación.

El valor de dos ejemplares de una misma acuñación puede variar enormemente de acuerdo al estado respectivo de cada uno. Existe una escala para expresar en forma clara la condición en que se encuentra una moneda. Se trata de una convención general que es utilizada internacionalmente (Para saber más de esta escala podéis leer esta entrada sobre la gradación de monedas antiguas). Sólo un especialista puede certificar la gradación de una moneda, pero con un poco de atención cualquiera puede formarse una idea aproximada de en qué nivel se ubica un ejemplar específico.

Catálogo de David Sear
Portada y página de uno de los catálogos de David Sear
En el caso de monedas del Imperio Romano uno cuenta con un auxilio especialmente valioso en la página Roman Imperial Coins de Fréderic Weber, que ofrece un catálogo completo acompañado de tablas de valores desglosadas para los distintos niveles de gradación. La misma ayuda ofrecen catálogos impresos como los excelentes volúmenes de Monedas Romanas de Damián Salgado, o los libros de David R. Sear (en inglés). 

El único problema que presentan los catálogos impresos es que pueden quedar rápidamente actualizados. Por ello es siempre mejor intentar consultar sus ediciones más recientes.

Conclusión ¿qué hacer?


En conclusión, a todos los que me preguntan les recomiendo el siguiente curso de acción: Si no es posible consultar con facilidad a alguien que cuente con conocimientos numismáticos, entonces hay que realizar una investigación preliminar aprovechando los recursos de internet para tener una primera idea del valor de una moneda. Dependiendo de los resultados, uno puede entonces decidir si la moneda amerita invertir algo de dinero y esfuerzo en encontrar una opinión informada.

viernes, 21 de diciembre de 2018

Grandes tesoros, monedas de excepcional belleza y valor, historia y mucho más. Lo mejor de Monedas Antiguas en el 2018


Es una costumbre que mantengo desde los inicios de este modesto blog, hacer al final de cada año un balance de lo escrito en esos doce meses y destacar aquellos textos que despertaron más interés entre los lectores. Esta vez el balance parece especialmente importante porque el blog cumplirá dentro de sólo unos pocos días 10 años!!!

En primer lugar tengo que mencionar a dos entradas sobre dos excepcionales tesoros de monedas antiguas que se encuentran entre los más grandes de la historia, 1) el excepcional tesoro de Komin, hallado en el actual territorio de Croacia, que contenía más de 300.000 monedas romanas! y 2) el tesoro de Brescello, un hallazgo excepcional de áureos romanos del que lamentablemente pocas monedas sobrevivieron.

Las entradas con contenido histórico siempre están entre las favoritas de los lectores. Este año tengo que destacar un 3) artículo sobre una solitaria moneda que corrigió la fecha de la erupción del Vesubio que destruyó Pompeya y una serie de entradas sobre las monedas del Alto Imperio Romano enfocadas en 4) Un sestercio de Tiberio, 5) las monedas Calígula, 6) Un sestercio de Galba y 7) Las monedas de Domiciano sobre los juegos seculares.

Las entradas sobre colecciones y subastas también tienen su espacio! Este año, los lectores quisieron saber sobre 8) La colección privada de monedas antiguas más valiosa del mundo y 9) La subasta de una excepcional moneda con el rostro del T. Quincio Flaminino.

Finalmente, recomiendo la lectura de una entrada que a mi juicio está entre las mejores del año, sobre 10) la historia y las monedas de la antigua Rodas.

No quiero terminar sin agradecer a todos los lectores por haber acompañado al blog durante este año!!!

domingo, 16 de diciembre de 2018

Un magnífico medallón de Gordiano III, una obra maestra del arte monetario romano

Medallón de oricalco de Gordiano III
 Medallón de Oricalco, Gordiano III (238-244 d.C.) Gordiano III Augusto, 238 – 244, diámetro 44 mm, peso: 57.65 gr.

Una obra maestra

Este es, sin duda uno de los más notables medallones romanos que ha llegado hasta nosotros. No sólo presenta escenas de gran calidad artística y enorme nivel de detalle, sino que también se encuentra en un excelente estado de conservación que permite apreciar hasta los más mínimos detalles laboriosamente incluidos en la escena por el grabador. Además, tiene una pátina oscura y uniforme que añade el toque final a una pieza simplemente perfecta.

En el anverso encontramos la leyenda IMP GORDIANVS PIVS FELIX - AVG y vemos un Busto de Gordiano III laureado y con coraza. El emperador sostiene una lanza que descansa sobre el hombro y un escudo. Éste está decorado con un jinete (seguramente el mismo Gordiano) que clava la lanza a un enemigo caído; delante de él vemos a victoria volando y, detrás, a un soldado de pie. 

En el reverso encontramos la leyenda VIRTVS AVGVSTI y vemos al mismo Gordiano de pie con vestimenta militar sosteniendo un cetro y recibiendo del dios Sol el globo que simboliza el dominio mundial. Al mismo tiempo vemos detrás de él a la personificación del valor militar que coloca una corona sobre su cabeza. A la izquierda, un soldado sostiene lanza y vexillum. Al fondo, completan la escena un joven de pie, tres estandartes y dos cautivos sentados en el suelo uno frente al otro.

El final de Gordiano

Este medallón fue acuñado a principios del 244 d.C. para celebrar las victorias conseguidas por Gordiano en la campaña militar del 243 d.C. contra los persas sasánidas. El emperador no tendría mucho tiempo para disfrutar de estos triunfos, pues en el camino de regreso fue asesinado por un grupo de sus propios soldados, tenía tan sólo 19 años.

Todo parece indicar que se trató de un complot orquestado por el prefecto del pretorio, Filipo el Árabe, quien ascendería a la púrpura en su remplazo. Las noticias del deceso del emperador demorarían unos meses en llegar a la capital, por lo que es probable que cuando se acuñó este medallón celebrando a Gordiano, éste ya se encontrara muerto.

domingo, 9 de diciembre de 2018

Las monedas de Alejandro Severo con el coliseo

áureo de Alejandro Severo- Coliseo
Áureo de Alejandro Severo con representación del Coliseo en su reverso - 222 - 223 d.C.


El coliseo fuera de servicio


Si hay un edificio que en el imaginario moderno simboliza la grandeza del Imperio Romano, sin duda, este es el coliseo. Por ello su imagen es uno de los motivos más buscados en todo tipo de souvenirs por los turistas que visitan la ciudad eterna.

El coliseo ya tenía una importancia semejante es sus años de gloria, cuando era la pieza central del sistema de entretenimiento de la población de Roma. Por eso, cuando en el año 217 d.C., durante el breve reinado de un emperador llamado Macrino, el edificio fue golpeado por un rayo y sufrió un incendio que lo dejó fuera de servicio, la situación podía desencadenar una crisis política.

Los trabajos de reconstrucción fueron iniciados durante el reinado de Heliogábalo (el sucesor de Macrino) pero fue sólo en el de Alejandro Severo (para los años 222-223 d.C.) que los mismos habían avanzado lo suficiente como para que el edificio volviera a utilizarse para entretener a los habitantes de la capital.


Una serie de monedas conmemorando la reapertura


La reapertura del Coliseo era un logro del que cualquier emperador podía presumir. Con fines propagandísticos se acuñó entonces una serie de monedas representando al coliseo en funcionamiento.


Medallón de Bronce - Alejandro Severo - Coliseo
Sestercio o Medallón de Alejandro Severo con representación del Coliseo en su reverso - 222 - 223 d.C.

Debe haber sido una emisión pequeña, sólo destinada a los habitantes de Roma, pues muy pocos ejemplares han llegado hasta nosotros. Sólo se conocen dos áureos y unos pocos sestercios, que algunos autores consideran más propiamente como medallones por su rareza.

En ambos tipos de acuñaciones vemos al coliseo representado con gran lujo de detalle.

En el áureo los tres primeros pisos tienen arcadas con estatuas. El cuarto tiene sólo ventanas y de él se elevan los soportes de los toldos que protegían a los espectadores del sol. A la izquierda se ve también un altar con una estatua, y a la derecha una columna, que representa quizás el templo de Júpiter Víctor.


sestercio de Alejandro Severo con el coliseo

En los medallones, la representación tiene algunas pequeñas diferencias. No hay estatuas en las arcadas inferiores del coliseo. A la izquierda del coliseo puede verse, además, a la meta sudans, y al emperador realizando un sacrificio, motivos que no aparecen en los áureos, mientras que a la derecha se reconoce otro edificio además del templo de Júpiter Víctor.

Por su gran rareza e interés, estás monedas alcanzan valores muy elevados cada vez que una de ellas llega a subasta, lo que no sucede con frecuencia.

miércoles, 5 de diciembre de 2018

La historia y las monedas de Rodas, potencia comercial del mundo helenístico

didracma de Rodas
Didracma de Rodas - Finales del siglo III a.C.

La historia de Rodas


La isla de Rodas es la mayor del archipiélago del Dodecaneso, en el extremo suroriental del mar Egeo, justo frente a la costa de Asia Menor, con una superficie de aproximadamente 1400 KM2. La isla fue habitada desde el Neolítico, pero su importancia para la historia de Grecia comienza en el siglo VIII a.C. con la llegada de colonizadores dorios, que fundaron tres ciudades-estado (póleis) independientes en su territorio: Lindos, Lalisos y Cámiros.

Después de la derrota del vecino reino de Lidia a manos de los persas en el año 546 a.C., Rodas quedó bajo el dominio del imperio aqueménida y las tres póleis perdieron su independencia. Las ciudades de la isla participaron del fallido levantamiento jónico de Asia Menor (500-494), pero sólo recuperaron su autonomía tras la derrota de los persas en la batalla del Platea del 479 a.C., en la Segunda Guerra Médica. Lindos, Lalisos y Cámiros fueron incorporadas entonces a la Liga de Delos, una alianza defensiva que gradualmente se fue transformando en imperio marítimo controlado por Atenas.

Mapa de la isla de Rodas con los territorios de Lindos Lálisos y Cámiros

El sinecismo y la fundación de Rodas


Durante la Guerra del Peloponeso (431-404 a.C.) la isla se rebeló contra la dominación ateniense y se pasó al bando de Esparta en el 411 a.C. Poco después, en el año 408, las tres ciudades decidieron finalmente unirse y establecer una única comunidad política (un proceso conocido como sinecismo). Para contar con una capital común se fundó entonces una nueva ciudad en el extremo norte de la isla (que también se llamaría Rodas), encargándose el diseño del trazado urbano al célebre experto Hipodamo de Mileto.

El sitio de la capital se destacaría por sus excelentes puertos artificiales, que la dotarían de la infraestructura necesaria para transformarse en un gran centro del comercio marítimo.

Plano del trazado urbano de la ciudad de Rodas en el que pueden apreciarse sus puertos


El ascenso como potencia mercantil


Durante el siglo IV d.C., Rodas comenzó su paulatino ascenso como potencia mercantil. Tras un breve período de dominación macedónica, Rodas recuperaría su independencia después de la muerte de Alejandro Magno en el 323 a.C. y su éxito económico sería, desde ese momento, enorme, y le permitiría transformarse en el verdadero emporio del Mediterráneo oriental.

El coloso de Rodas
Tres de los generales de Alejandro Magno, Ptolomeo, Antígono y Seleuco, se repartieron la mayor parte de sus conquistas y conformaron los tres grandes reinos del período helenístico. Rodas mantendría su independencia y seguiría una política de equilibrio entre estas grandes potencias cambiando sus alianzas con ellas según las necesidades del momento.

Su poderosa flota y su hábil diplomacia serían las herramientas que le permitirían a Rodas conservar su autonomía, a pesar de que ésta se vio muchas veces directamente amenazada. En el año 305 a.C., Antígono ordenó a su hijo, Demetrio, que sitiara Rodas en un intento de romper su alianza con Egipto. 

Demetrio creó enormes máquinas de asedio para vencer las complejas defensas de la ciudad. Después de sólo un año, Demetrio desistió, firmó un acuerdo de paz y se retiró dejando atrás una enorme cantidad de equipamiento militar. Los rodios vendieron el equipo y usaron el dinero para erigir una enorme estatua en honor a al dios sol, Helios. Era el Coloso de Rodas, una de las siete maravillas del mundo antiguo, que coronaría la entrada al puerto principal de la ciudad y sería el emblema más visible del éxito y prosperidad de sus habitantes.

El gobierno de Rodas y su sistema económico

Tetradracmas de Rodas en el estándar de peso de Quíos

El gobierno de Rodas estaba organizado como una democracia abierta a todos los ciudadanos varones, que podían participar de la asamblea. La dirección efectiva del Estado quedaba, sin embargo, en manos, de un consejo de ciudadanos y de un elenco de magistrados, todos elegidos mediante el voto popular.

La riqueza que Rodas obtuvo del comercio fue enorme. La mayor parte de ella se concentraba en las manos de una oligarquía de mercaderes, banqueros, navieros y terratenientes, pero una parte no despreciable se distribuía también entre el resto de la población, bajo la forma del reparto gratuito de alimentos y otros beneficios. Por ello Rodas se vio libre de los conflictos sociales entre ricos y pobres que plagaban a otras ciudades griegas. Además, tanto la extensa flota de guerra, como la mercante, garantizaban amplias oportunidades laborales, que eran complementadas con la artesanía y los servicios.

Reconstrucción del panorama urbano de la antigua Rodas

El comercio de Rodas tenía su columna vertebral en el transporte de granos, para los que la hábil diplomacia de la ciudad sabía conseguir excepciones fiscales en todos los puertos. Este rubro era complementado con la venta de vino y aceite de oliva. Las exportaciones de armas parecen también haber sido regulares. La ciudad contaba, además, con un sistema bancario muy desarrollado, que facilitaba crédito a los compradores de bienes rodios, y con un sistema jurídico muy avanzado que regulaba la distribución del riesgo en las empresas navieras (que luego sería adoptado por los romanos como lex Rhodia). Su poderío naval le permitió, además, librar al Egeo de la plaga de la piratería, lo que hizo disminuir enormemente los riesgos del comercio.

La prosperidad transformó a Rodas en una de las ciudades más bellas del mundo griego y en un centro cultural de primer orden que atraía a algunos de los intelectuales más destacados. En estos ámbitos sólo era superada por Atenas, y no por mucho.

Las monedas de Rodas


Tetradracma de Rodas - aprox. 380 a.C.

Inmediatamente tras la unión de Lindos, Lalisos y Cámiros, la nueva ciudad comenzó a acuñar monedas con símbolos diferentes a los que habían sido utilizados por sus tres predecesoras. Por una parte, tenemos a la rosa, que era una alusión al nombre de la ciudad (en griego τὸ ῥόδον = la rosa, Ῥόδος = Rodas), por otro, al dios del sol, Helios, que parece haber sido la deidad patrona del nuevo Estado unificado. En algunas emisiones, estos motivos son acompañados por pequeños símbolos que seguramente sirvieron como marcas de control para organizar la producción de la ceca.

Cada una de las ciudades predecesores había acuñado monedas siguiendo un estándar de peso diferente. Ahora, para las nuevas monedas se adoptó el estándar de Quíos, basado en un tetradracma de 15,3 gr. Ese estándar se mantuvo hasta la década del 340 a.C., cuando fue remplazado por uno propiamente rodio, más liviano, basado en un didracma de 6,8 gr. El estándar fue nuevamente reducido en c. 190 a.C., cuando pasó a basarse en un dracma de 3 gr.

Didracma de Rodas - último tercio del siglo III a.C.
La importancia comercial de Rodas hizo que en diversas épocas sus estándares monetarios fueran imitados por otros estados de la región. Sin embargo, las monedas de Rodas parecen haber sido acuñadas para dar respuesta a las necesidades internas del Estado antes que para el comercio internacional. Eran producidas para pagar por el mantenimiento de la flota, para el pago de las obras públicas, y para los salarios de mercenarios, soldados, marineros, funcionarios y magistrados locales.

Rodas era una ciudad artística, famosa por la gran cantidad de estatuas que decoraban sus calles, obras de los mejores escultores del mundo griego. Un pueblo con una sensibilidad estética tan elevada no podía acuñar monedas que fueran simplemente funcionales, debían además ser hermosas. Lo lograron con creces. Las monedas de Rodas se cuentan, sin duda, entre las más bellas del mundo antiguo.

Dracma de Rodas - aprox. 170-150 a.C.
Los retratos de Helios, cuyos cabellos flotan en el viento y se transformar en los rayos de luz que emanan del sol, ofrecen un nivel artístico que hace pensar en una escultura. Las rosas son representadas con sus detalles naturales claramente visibles y transmiten un mensaje de vitalidad y exuberancia.

Los símbolos de Helios y la Rosa eran los emblemas de la ciudad y como tales se incluían, además de en las monedas, en todos sus productos, como si se tratara de una especie de marca o logo. Eran, por ejemplo, estampadas en las asas de las ánforas que contenían los variados productos exportados hacia todos los rincones del mundo antiguo, como la atestiguan infinidad de hallazgos arqueológicos.

Sello con la rosa en un ánfora de Rodas


Rodas y Roma


La autonomía de Rodas terminaría con la expansión de Roma hacia el Oriente. Sin embargo, la ciudad seguiría siendo un importante centro comercial dentro del imperio y un importante destino para visitantes de todo el mundo antiguo. Rodas siguió acuñando sus propias monedas hasta el último tercio del siglo I a.C., en el que el denario romano se impuso como el único circulante efectivo.